Consejos para desconectar en vacaciones y olvidarte del trabajo

Calor, cansancio acumulado, estrés... Muchas personas afrontan las vacaciones necesitando desconectar para empezar el nuevo “curso laboral” con ganas e ilusión, ya que la hiperconectividad laboral genera altos niveles de estrés.

Según un estudio realizado por Sodexo, el 31 % de los millennials -nacidos entre 1981 y 1997- y el 29 % de la generación Z -nacidos a partir de 1998- reconocen que la hiperconectividad laboral afecta a su calidad de vida.  

A todo esto hay que sumar el esfuerzo que supone conciliar la vida familiar, social y laboral. A estas alturas del año, tomarse un respiro es necesario para descansar física y mentalmente, desconectar del trabajo y relajarse en verano. De esa forma, se podrá recuperar la energía vital, esto es, la capacidad que tiene nuestro organismo de alcanzar el equilibrio y reponerse del ajetreo del día a día. 

Una investigación publicada en el Journal of Work and Organizational Psychology señala que llevarse el trabajo a casa tiene un efecto negativo en las relaciones familiares y genera un malestar que también se ve reflejado en el ámbito laboral. Por el contrario, cuando se logra un equilibrio entre el ámbito familiar y laboral se consigue un alto nivel de bienestar.

Las vacaciones son el momento ideal para desconectar de la vida laboral, adquirir hábitos de vida saludables y recargar las pilas para afrontar la segunda mitad del año con la máxima energía.

Consejos para relajarse en verano

Para conseguir esa energía vital necesaria es fundamental adoptar unos hábitos de vida saludables, y aprovechar las vacaciones para hacer algunos cambios y llenar los depósitos del combustible ayudará a afrontar con más fuerza lo que queda de año. 

Estas tres recomendaciones pueden servir para recuperar fuerzas durante el verano: 

• Alimentación saludable, el mejor combustible del organismo. Las vacaciones son un momento ideal para consolidar una alimentación sana basada en la dieta mediterránea y en los productos de temporada. Al tener más tiempo, es más fácil acudir al mercado para adquirir productos frescos y elaborarlos en casa o en el alojamiento de vacaciones. No tienes excusas si estás en un hotel, ya que siempre puedes elegir las opciones más saludables con un alto valor nutricional y bajo contenido en grasas. Esto no quiere decir que no te puedas dar un capricho de vez en cuando, pero siempre como excepción y no como norma. 
  
  Al hablar de alimentación, no podemos pasar por alto la hidratación, sobre todo cuando las temperaturas son elevadas. De hecho, la cantidad de líquido a ingerir dependerá de la actividad que realices y de la temperatura que haya, pero, en líneas generales, suelen ser 3,7 litros para los hombres y 2,7 litros para las mujeres. En ese consumo, pueden tenerse en cuenta aquellos alimentos que contienen gran cantidad de agua en su composición, como algunas frutas.
   
• Hacer ejercicio físico moderado. El deporte ayuda a liberar tensión y estrés, promueve los pensamientos positivos, y mejora la autoestima y la confianza en uno mismo. Asimismo, disminuye el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares en todas las edades. 
  
  Las vacaciones también son ideales para practicar deportes, como la natación, que ayuda a fortalecer los músculos sin dañar las articulaciones, o la bicicleta, que mejora la resistencia, la capacidad pulmonar y la actividad del corazón. 
   
• Desconectar la mente. Durante los periodos de descanso laboral es importante descargar la mente de todo aquello que a lo largo del año ha generado estrés y preocupaciones. Asimismo, es fundamental liberarla de pensamientos recurrentes, obsesivos o negativos que causan un gran gasto de energía que podría utilizarse en cosas mucho más gratificantes. 
  
  Dormir la siesta es una buena opción para recargar las pilas. Dedicar, por norma general, menos de 30 minutos a descansar después de comer aporta beneficios para la salud física y mental. 
  
  También hay actividades que ayudan a reponer la energía vital, entre las que destacan el yoga y el taichí, que permiten adquirir una mayor conciencia corporal, mejoran el estado de ánimo, disminuyen el estrés y la ansiedad, y favorecen la relajación. 
   

Seguir algunas de estas recomendaciones puede marcar la diferencia entre afrontar la segunda mitad del año cansados o con la máxima energía vital. Y la buena noticia es que todos estos consejos para relajarse en verano puedes ponerlos en práctica junto a tus familiares y amigos. Basta con contagiarles las ganas de vivir unas vacaciones llenas de energía y vitalidad.