La otitis en perros y gatos se caracteriza por la inflamación del conducto auditivo y puede llegar a ser muy molesta, causando dolor e incluso pérdida de audición. Dependiendo de la zona del canal auditivo que esté afectada, la otitis en perros y gatos puede ser:
La inflamación e infección de oídos en perros y gatos puede verse favorecida por factores ambientales, como la humedad y la suciedad; la acumulación de cerumen; el contacto con agentes infecciosos, o aspectos anatómicos. Por ejemplo, es más frecuente la infección de oído en perros con orejas muy largas porque su conducto auditivo no se ventila adecuadamente.
Sobre las causas de la otitis media e interna en perros y gatos, conviene saber que suele ser el resultado de la extensión de la infección desde el conducto auditivo externo a través de la membrana timpánica o de la migración de microorganismos faríngeos a través del conducto auditivo. Entre los agentes que con más frecuencia causan otitis media e interna en perros y gatos están las bacterias Pseudomonas spp y Staphylococcus spp.
Para diagnosticar la infección de oído en perros y gatos el veterinario hará una valoración externa mediante observación y palpación, examinará el conducto auditivo con un otoscopio, que es un instrumento que le permite ver el interior de este órgano. De esta manera podrá comprobar el estado del tímpano, el grado de inflamación, si hay secreciones, ácaros, cuerpos extraños… También realizará un exudado para analizar la muestra en el laboratorio y determinar el agente etiológico. Si se sospecha que la otitis está causada por una alergia no conocida hasta el momento, se harán análisis sanguíneos y un test de alérgenos.
En los casos recurrentes o que no responden al tratamiento,y se trata de una infección bacteriana lo que se hace es un cultivo para saber el agente etiológico y las resistencias a antibióticos para prescribir el correcto.
El tratamiento de la otitis en perros y gatos dependerá de la causa. Dependiendo del agente causante, para el tratamiento de la otitis externa se utilizan gotas o geles antibióticos, antifúngicos, acaricidas y antiinflamatorios que se administran de manera tópica. Para tratar las otitis media e interna, en las que el acceso al tímpano se ve dificultado, se utilizarán antiinflamatorios y antibióticos por vía oral o intravenosa. Este tratamiento sistémico también puede ser necesario en las otitis externas, dependiendo siempre del grado de infección, del agente etiológico, de la disposición del antibiótico en diferentes fórmulas farmacéuticas, etc.
En el caso de que la otitis esté causada por algún cuerpo extraño, habrá que retirarlo con cuidado para evitar nuevas lesiones y tratar la infección.
La mejor manera de prevenir la otitis en perros y gatos es manteniendo el conducto auditivo limpio y aireado. Para la limpieza del oído de tu perro o gato puedes utilizar soluciones específicas formuladas para mascotas que respetan el pH (grado de acidez o alcalinidad) de la piel y la mucosa, y ayudan a prevenir la otitis.
Es importante que extremes la limpieza del oído de tu perro o gato después del baño o de los paseos, en los que tu mascota puede volver a casa con más suciedad de la cuenta.
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