El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que provoca una necesidad irremediable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación incómoda o molesta. Los síntomas suelen aparecer en momentos de reposo, especialmente por la noche, lo que afecta la calidad del sueño y el bienestar general.
Las personas con síndrome de piernas inquietas suelen describirlo como una sensación desagradable en las piernas, que puede incluir cosquilleo, hormigueo, tirones, picazón o incluso sensación de descargas eléctricas internas.
Los síntomas más frecuentes son:
No se conoce con exactitud qué causa del síndrome de piernas inquietas, si bien se cree que puede estar relacionado con un desequilibrio en los niveles de dopamina, un neurotransmisor que interviene en el control de los movimientos musculares. Otras posibles causas incluyen:
El síndrome de piernas inquietas puede afectar enormemente a la calidad de vida, ya que interfiere con el descanso y la concentración. Muchas personas tienen dificultades para dormir, lo que causa fatiga, irritabilidad y menor rendimiento en el trabajo o en las actividades cotidianas. Con el tiempo, la falta de sueño puede aumentar el riesgo de ansiedad y depresión.
Numerosas investigaciones están analizando la eficacia de algunas vitaminas para el síndrome de piernas inquietas, especialmente en personas con deficiencias nutricionales.
Por ejemplo, algunos estudios indican que las vitaminas C y E podrían aliviar los síntomas del síndrome de piernas inquietas en personas con insuficiencia renal avanzada. También se ha observado que la vitamina D podría estar relacionada con la aparición y la intensidad de los síntomas, por lo que su suplementación sería beneficiosa en algunos casos.
Además, se ha encontrado una posible relación entre la deficiencia de vitamina B12 y una mayor gravedad de los síntomas del síndrome de piernas inquietas, así como con un mayor riesgo de depresión en quienes lo padecen. Aunque estos hallazgos son prometedores, aún se requieren más estudios para determinar la utilidad de las vitaminas para el síndrome de piernas inquietas.
Por otra parte, si la causa está relacionada con un déficit de hierro, el tratamiento del síndrome de piernas inquietas puede incluir la suplementación con hierro para aliviar los síntomas.
El síndrome de piernas inquietas es más frecuente en mujeres que en hombres y suele empeorar en la menopausia, lo que sugiere que los cambios hormonales a lo largo de la vida podrían influir en la aparición y gravedad de los síntomas.
Además, en la menopausia también se puede producir un déficit de hierro, lo que aumentaría el riesgo de sufrir síntomas.
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