¿Por qué tenemos tos?

La tos es un reflejo que mantiene despejada la garganta y vías respiratorias. Aunque puede ser muy molesta, la tos ayuda al cuerpo a protegerse y curarse, facilitando la eliminación de secreciones. La tos puede ser producida por diferentes causas entre las que se encuentran: catarro, asma, alergias, reflujo gastroesofágico, tabaquismo, enfermedad pulmonar o fármacos antihipertensivos.

Tipos de tos

Puede ser seca (tos irritativa) o productiva (eliminación de mucosidad). Según su duración, la tos se considera: aguda, menor de 8 semanas o crónica, si persiste más de 8 semanas.

1. Tos productiva: es una tos acompañada de abundante mucosidad. En ocasiones, al toser esa mucosidad se elimina fácilmente y en otras ocasiones cuesta que la expectoración se produzca. La mucosidad debe eliminarse y es la tos la que ayuda en ese proceso de limpieza. En estos casos se recomienda el uso de medicamentos mucolíticos y expectorantes, que hacen que el moco sea menos espeso y más fácil de eliminar al toser. Según vayamos eliminando la mucosidad, irá desapareciendo la tos.
2. Tos seca o improductiva: es irritativa, muy molesta y no elimina mucosidad. Lo que notamos si tenemos tos seca es un picor molesto y constante en la garganta que nos hace toser. Al toser se produce más irritación y se agrava el problema, pudiendo llegar a convertirse en un círculo vicioso; nos dan “ataques” de tos, especialmente molestos por las noches. Para esta tos suelen indicarse medicamentos antitusígenos, que la supriman o la calmen.

Consejos para aliviar la tos 

• Beber mucho líquido para facilitar la expulsión de las flemas y aliviar la irritación de las mucosas. Principalmente agua, infusiones, caldos o zumos naturales.
• Chupar pastillas para la tos o caramelos nos ayudan a suavizar la garganta irritada.
• No tomar bebidas frías y abrigarse bien tapando la boca, nariz y garganta en los días más fríos, ya que el aire frío, al entrar por la cavidad bucal, irrita la garganta.
• Mantener las fosas nasales despejadas y hacer lavados con agua de mar o suero. También alivia la congestión nasal tomar una ducha o baño caliente y aprovechar para respirar el vapor que se produce.
• Evitar los ambientes secos que favorecen la irritación de las mucosas y, por tanto, la aparición de tos. Es recomendable mantener un ambiente ligeramente húmedo utilizando un humidificador.
• Usar dos almohadas o inclinar ligeramente la cabecera de tu cama para mantener la cabeza más alta, que evita la acumulación de mucosidad y facilita la respiración. Dormir de lado, mejor que boca arriba, también puede ayudarte a pasar mejor la noche.
• Evitar los cambios bruscos de temperatura: entre 19º y 22º es la más adecuada.
• Si la tos es persistente o va acompañada de otros síntomas, como fiebre, mucosidad verdosa, sangre, dolor, etcétera, será necesario acudir al médico.
• Evitar fumar y el humo del tabaco. El tabaco es uno de los peores amigos para la tos. En el caso de ser fumador pasivo es esencial mantenerse alejado de ambientes en los que se fume. Y si se trata de una persona fumadora, es preciso abandonar el hábito.

¿Cómo se trata?

• Calmando la tos seca no productiva.
• Facilitando la tos productiva con expectorantes y/o mucolíticos.

Si la tos es seca, no productiva, no sólo produce malestar sino que tiende a permanecer en el tiempo. En estos casos está indicado el tratamiento con fármacos antitusígenos.

Si la tos es productiva, puede estar indicada la administración de fármacos expectorantes y/o mucolíticos, para facilitar la extracción de las flemas.

En cualquier caso, evita automedicarte, siempre acude primero a los profesionales sanitarios.