Serotonina, el neurotransmisor de la felicidad

La serotonina es un neurotransmisor que se sintetiza principalmente en el cerebro, y al que se le suele llamar “el neurotransmisor de la felicidad”, pues ejerce un papel muy importante en la regulación de las reacciones químicas relacionadas con el estado emocional.

Hay veces en las que nos sentimos decaídos y no sabemos por qué. No ha ocurrido nada en especial pero no conseguimos tener un adecuado estado de ánimo. En estos casos, puede que la causa sea unos niveles de serotonina bajos.

Un ritmo de vida estresante, una mala alimentación y la falta de ejercicio hacen que nuestro nivel de serotonina descienda, provocando un estado de ánimo variable y, por lo general, decaído. No obstante, existen maneras de aumentar la serotonina de manera natural.

Este neurotransmisor de la felicidad se sintetiza en nuestro cuerpo a partir del triptófano. Esta molécula es un aminoácido esencial vital para el buen funcionamiento de nuestro cerebro. Por suerte, el triptófano se encuentra en una gran variedad de alimentos, por lo que el consumo de estos, junto con un estilo de vida saludable, puede ayudarnos a aumentar los niveles de serotonina y, a sentirnos mejor.

¿Cuáles son las funciones de la serotonina y cómo influye en nosotros?

La serotonina participa en la regulación de multitud de funciones de nuestro organismo a nivel cerebral, en el tubo digestivo, en las arterias o en las plaquetas. En general, la serotonina ayuda a regular la actividad del cerebro en relación a la atención, la memoria, el estado de ánimo, el apetito, el deseo sexual o la temperatura corporal, y algunos estudios han expuesto que aumenta la plasticidad cerebral y acelera el aprendizaje. En muchos casos se cree que tener bajos niveles de este neuromodulador es uno de los causantes de la depresión.

¿Qué podemos hacer para aumentar los niveles de serotonina?

• Tratar de bajar nuestros niveles de estrés, modificando algunas conductas que nos estén perjudicando.
• Aumentar la ingesta de alimentos que contengan triptófano. Es necesario insistir en la importancia de conseguir llevar una dieta nutricionalmente variada y equilibrada. La mayoría de los alimentos contienen triptófano. No obstante una serie de alimentos se distinguen por presentar un alto contenido de este aminoácido tales como los huevos, lácteos, pollo, pavo, pescado azul, cereales (en especial integrales, arroz y avena), frutos secos, chocolate negro, plátanos, aguacates, piña o legumbres, entre otros.
• Evitar el consumo de carbohidratos simples.
• Aumentar el consumo de omega-3.
• Realizar actividades físicas habitualmente puede ayudarnos a mantener altos nuestros niveles de serotonina, ya que además también aumenta nuestros niveles de triptófano.
• Buscar lugares con sol y luz. Otro compuesto que ejerce un potente efecto sobre la producción de serotonina es la vitamina D. Los rayos de sol son una importantísima ayuda para conseguir vitamina D, puesto que es sintetizada en la piel a partir de los rayos de este. De esta manera, trabajar en espacios con mucha luz, realizar ejercicio al aire libre o dar un paseo por la naturaleza van a ser aliados perfectos a la hora de que nos sintamos emocionalmente bien y estables.
• Dormir las horas necesarias. La falta de sueño es otro de los principales enemigos en nuestra lucha contra el estrés y el cansancio. Mientras dormimos, nuestro cuerpo restablece nuestros niveles de serotonina. Entre 7 y 9 horas durmiendo son las que necesita cada persona para poder descansar.
• Practicar técnicas de relajación como, por ejemplo, el yoga. 
• Llevar a cabo de forma regular cambios de actividad, viajes, nuevos proyectos. En definitiva, practicar un ocio saludable ayuda a mantener e incluso aumentar la producción de serotonina.

Toma nota. Como ves, aumentar los niveles de serotonina es posible y fácil.