Si estás pensando en tomar una copa durante un vuelo largo, piénsalo dos veces. La combinación de sueño y la altitud ponen a prueba tu ritmo cardiaco y el nivel de oxígeno en sangre, y beber alcohol en el avión podría empeorarlo aún más.
Según un estudio publicado en la revista Thorax, del British Medical Journal, beber alcohol en el avión durante viajes de larga distancia reduce considerablemente los niveles de oxígeno en la sangre e incrementa la frecuencia cardiaca durante el sueño, prolongando así la duración de la hipoxemia (oxígeno bajo en sangre), lo que supone un riesgo para la salud no solo de las personas que ya sufren una patología cardiovascular sino también de las personas sanas.
El trabajo, realizado por investigadores del Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Aeroespacial Alemán, contó con la participación de 48 voluntarios sanos de entre 18 y 40 años.
La mitad de ellos durmió en condiciones atmosféricas normales, es decir, al nivel del mar, mientras que la otra mitad lo hizo en una cámara que simulaba la presión de cabina de un avión a unos 2.438 metros de altitud. Dentro de estos grupos, algunos participantes tomaron una cantidad moderada de alcohol (dos copas de vino o dos latas de cerveza) antes de dormir, alcanzando una concentración media de alcohol en sangre del 0,043 por ciento.
A mayor altitud, la presión atmosférica es menor, lo que puede reducir la saturación de oxígeno en sangre, especialmente mientras dormimos. Un nivel saludable está por encima del 95 %, mientras que un nivel por debajo del 90 % es preocupante.
Para medir el efecto de tomar bebidas alcohólicas en el avión sobre los niveles de saturación de oxígeno, los investigadores realizaron mediciones con oxímetros y observaron que los voluntarios que durmieron al nivel del mar mantuvieron niveles normales de oxígeno en sangre, aunque su frecuencia cardiaca aumentó un poco durante la noche en que bebieron alcohol.
En cambio, los que durmieron en condiciones hipobáricas mostraron niveles de oxígeno en sangre de alrededor del 88 %, que bajaron hasta el 85 % después de beber. Su ritmo cardiaco también aumentó para compensar la baja saturación, ya que el corazón tuvo que trabajar más.
Esto sugiere que tomar bebidas alcohólicas en el avión podría ser especialmente peligroso para quienes tienen problemas cardiovasculares o para las personas mayores. Por ello, los autores apuntan que sería conveniente limitar el acceso a bebidas alcohólicas a bordo o informar sobre el riesgo que implica beber durante el vuelo.
No obstante, hay que tener en cuenta que este estudio tiene ciertas limitaciones, ya que el número de participantes era bajo y además durmieron tumbados, una posición que generalmente solo es posible si se vuela en primera clase. Por lo tanto, no está claro si estos resultados sobre el consumo de alcohol en el avión serían extrapolables a los pasajeros que beben y duermen sentados.
Para que podamos volar a grandes altitudes, donde hay menos oxígeno, es necesario que las cabinas de los aviones estén presurizadas. Esta presión, llamada presión barométrica, es menor que la que se encuentra al nivel del mar.
Normalmente, la presión dentro de la cabina durante un vuelo es similar a la que hay en la cima de una montaña pequeña, entre 1.500 y 2.400 metros de altura. Esto hace que disminuya la cantidad de oxígeno que se absorbe en la sangre y que circula por el cuerpo, y que el gas dentro de nuestras cavidades corporales se expanda.
Las personas sanas cuentan con mecanismos capaces de compensar esta reducción de oxígeno. Sin embargo, los pasajeros con problemas cardiacos, pulmonares o de la sangre pueden tener dificultades para tolerar bien la baja cantidad de oxígeno. Por ello, es conveniente que las personas con enfermedades de este tipo consulten con su médico sobre la conveniencia o no de viajar en avión.
La humedad en la cabina del avión es baja (en torno al 20 %), lo que puede aumentar la sequedad cutánea y la irritación ocular. Para mantener un buen nivel de hidratación en vuelo, la Asociación Médica Aeroespacial de Estados Unidos recomienda:
Para que el vuelo sea lo más confortable posible, también es recomendable llevar un botiquín de viaje con los elementos básicos para afrontar cualquier imprevisto y tomar medidas para prevenir los mareos en vuelo, para lo que es conveniente sentarse cerca de las alas y junto a la ventanilla.
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