Los motivos del estrés navideño son muy variados, como el exceso de reuniones y compromisos, la obligación de relacionarse con gente con la que no congeniamos, un gasto económico excesivo, la incapacidad para gestionar la agenda familiar debido a las vacaciones escolares, la lejanía de familiares y amigos, o el fallecimiento de un ser querido.
Todas estas circunstancias hacen que nuestra rutina se interrumpa y que abandonemos los hábitos que nos dan estabilidad emocional, como por ejemplo mantener unos horarios, comer de manera equilibrada, hacer ejercicio físico con frecuencia o dedicar tiempo al descanso. En las vacaciones de Navidad, las numerosas comidas y reuniones, los cambios en la rutina familiar, el exceso de planes… desestabilizan nuestro día a día y pueden hacer que nos sintamos sobrepasados y causarnos ansiedad vacacional.
El exceso de reuniones y compromisos, así como la ausencia o fallecimiento de algún ser querido, son motivos frecuentes de ansiedad y estrés navideño.
8 recomendaciones para controlar el estrés en Navidad
Cuando es persistente y afecta a la calidad de vida, es importante tomar medidas para el control y el tratamiento del estrés. Si es necesario, se puede pedir ayuda psicológica para atajar la causa y poner en práctica herramientas o estrategias eficaces para el tratamiento del estrés. Algunas recomendaciones para reducir el estrés navideño son las siguientes:
- Reconoce tus sentimientos. Si alguna persona cercana ha fallecido o no puedes estar con tus seres queridos durante estas fiestas, debes entender que es normal que sientas tristeza. Son sentimientos normales por los que debes transitar. No debes obligarte a sentirte feliz solo porque es Navidad. Date tiempo para llorar y para mostrar tu tristeza, si es necesario.
- Busca apoyo en familiares y amigos. Comparte con tus familiares y amigos aquello que te genera malestar y estrés navideño para que puedan entenderte y apoyarte. Al compartir tus sentimientos, es posible que veas que algunas de tus preocupaciones son compartidas o no son tan importantes como pensabas.
- Sé realista y no intentes cumplir todas las expectativas. Las celebraciones y las vacaciones de Navidad no tienen que ser perfectas ni superar a las del año pasado. Con el tiempo, las expectativas, gustos y necesidades de las personas van cambiando y no siempre se viven estas celebraciones con la misma ilusión. Es posible que la tradición o el ritual que el año pasado parecía perfecto, este año no sea apreciado de la misma manera. Sé realista y no te fuerces a satisfacer a todos los miembros de tu familia.
- No te salgas del presupuesto. Las expectativas propias y las que los demás depositan en nosotros nos pueden llevar a gastar más de lo que nos podemos permitir. Cíñete a tu presupuesto y ten presente que la felicidad no gira en torno al menú o a los regalos.
- Gestiona los conflictos y deja de lado las diferencias. En las reuniones navideñas es posible que surja cierta tensión entre familiares o amigos que no congenian del todo o con los que no nos sentimos cómodos. Sé comprensivo e intenta aceptarles como son, es posible que ellos también sientan estrés navideño. Evita los comentarios que no aporten algo positivo o que puedan llevar a una discusión y déjalos para otro momento. Si es posible, intenta no mezclar grupos o sentar juntas en la mesa a personas entre las que sabes que existen conflictos.
- Planifica con antelación. Para evitar la ansiedad vacacional en Navidad es recomendable planificar con antelación las compras, las reuniones y las actividades de ocio. De esta manera evitarás el estrés navideño de última hora en la organización de los encuentros familiares, sobre todo si eres el anfitrión.
- Aprende a decir “no”. No te sientas obligado a participar en todas y cada una de las reuniones y actividades a las que te invitan. Si algún plan te resulta incómodo, te genera estrés o ansiedad, simplemente di “no”. Eliminar estos eventos de tu agenda es lo mejor que puedes hacer por tu salud mental.
- Sigue una alimentación saludable y haz ejercicio físico. Aunque las vacaciones de Navidad supongan una ruptura de la rutina, intenta mantener tus buenos hábitos saludables de alimentación y deporte. Además, duerme el tiempo suficiente para sentirte descansado y haz ejercicios de relajación siempre que te sientas ansioso. De esta manera podrás lidiar mejor con el estrés o la culpa por los, a veces inevitables, excesos navideños.