¿Quién sufre ‘diabesidad’ y cómo se aborda?

Se denomina “diabesidad” a la circunstancia en la que se dan al mismo tiempo obesidad y diabetes. Esta combinación es frecuente debido a que las personas con obesidad son más propensas a desarrollar diabetes tipo 2, ya que el exceso de grasa altera el metabolismo y favorece la resistencia a la insulina.

Según datos de la Fundación Española del Corazón, la combinación de diabetes y obesidad es un factor de riesgo importante para la salud cardiovascular y está especialmente asociada con el desarrollo de hipertensión o hipercolesterolemia.

De hecho, el riesgo que tiene una persona con diabetes de padecer un evento cardiovascular es igual al de una persona sin diabetes que ya haya tenido un infarto. Esto es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que cerca de cuatro millones de españoles padecen diabetes tipo 2, la mitad de los cuales presenta sobrepeso u obesidad.

¿En qué grupos poblacionales es más prevalente la ‘diabesidad’?

La prevalencia de la diabesidad es diferente según la herramienta con la que se mida. En líneas generales, es muy inferior en mujeres y aumenta con la edad independientemente de cómo se mida, según un estudio que analizó los datos de 8 encuestas nacionales de salud realizadas en población adulta española en las que se han revisado los datos de 156.440 mayores de 16 años.

Según este estudio, la prevalencia de la diabesidad osciló entre el 2,6 % al utilizar el índice de masa corporal (IMC) y el 5,8 % con la fórmula Palafolls. Los autores del estudio epidemiológico destacan que los valores que se emplean del IMC pueden suponer que el exceso de grasa corporal esté infradiagnosticado, lo que repercute negativamente en la prevención de la diabetes, la diabesidad, y otras enfermedades cardiometabólicas.

Factores socioeconómicos y tabaquismo

Un elemento que hay que valorar al hablar de diabesidad es el factor socioeconómico, que cada vez se tiene más en cuenta al estudiar la salud de la población. Según los datos de las encuestas mencionadas, la prevalencia de obesidad y diabetes está relacionada con hábitos de vida no saludables y estos son más frecuentes en personas con menor poder adquisitivo y menor nivel educativo. 

Asimismo, se observó que las personas que fuman tienen menos diabesidad en comparación con las no fumadoras. Una posible explicación de este hecho puede ser que los fumadores comen menos y, además, tienen un metabolismo más acelerado a consecuencia de la nicotina. Esto no justifica en absoluto que haya que fumar para evitar la aparición de diabesidad.

Para retrasar la aparición de la ‘diabesidad’ hay que establecer programas de prevención desde las primeras etapas de la vida.

Datos poblacionales

Para valorar los datos del estudio hay que tener en cuenta que la población analizada fue de 418.343 trabajadores de 18 a 67 años, con distintas profesiones y de diferentes áreas geográficas españolas, hecho que excluye a las personas que están en el paro, a los menores de 18 años y a los mayores de 67 años. Por lo tanto, no se pueden establecer relaciones de causalidad entre los elementos estudiados, pero sí se obtienen asociaciones entre diferentes elementos. 

En todo caso, los resultados de este análisis muestran la importancia de poner en marcha estrategias para retrasar la aparición de la diabesidad, como por ejemplo el desarrollo de programas de prevención desde las primeras etapas de la vida para adoptar un estilo de vida saludable, centrado en una correcta alimentación y en la realización de ejercicio físico de manera frecuente.