Cuidar la salud mental es básico en cualquier ámbito de la vida, también en el laboral. Es una cuestión que preocupa a muchos trabajadores. Según el estudio Estado del mercado laboral en España, de Infojobs y Esade, el 32 % de los encuestados afirmó estar dispuesto a dejar su trabajo para proteger su salud mental.
El estrés laboral, la presión y los objetivos de determinados puestos de trabajo pueden tener un impacto destacado en la salud mental de los trabajadores y en su bienestar. Esos conceptos han adquirido un mayor interés desde el COVID-19 y cada vez se les presta mayor atención en las organizaciones.
De hecho, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que “los riesgos para la salud mental en el trabajo, también denominados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con el contenido o el horario del trabajo, las características específicas del lugar donde se lleva a cabo la actividad laboral o las oportunidades de desarrollo profesional, entre otras cosas”.
Si los trabajadores no se encuentran bien en su puesto, su eficacia y rendimiento son menores, aumentan las bajas laborales y son más propensos a dejar su trabajo. Todo esto influye negativamente en su salud mental.
Es importante recordar que en ocasiones las enfermedades mentales impiden trabajar. La incapacidad que producen debe ser valorada por los profesionales sanitarios, que pondrán en marcha las pautas adecuadas para tratar a la persona dentro y fuera del ámbito laboral.
En ese mismo informe, se detallan los riesgos para la salud mental en el trabajo:
En este contexto, las empresas tienen un papel clave en la promoción de la salud mental de sus empleados. Desde la OMS recomiendan que:
En los últimos años, el cuidado de la salud mental de los trabajadores se ha ido implantando en las distintas compañías a través de programas de bienestar, donde se pone a disposición de las personas de la organización el acompañamiento psicológico para poder manejar las situaciones que pueden hacer peligrar su salud mental, así como facilidades a la hora de conciliar la vida laboral y familiar.
Reconocer el impacto que tiene el estrés laboral en la salud mental es clave para poder manejarlo y mejorar el ambiente laboral, que redunda en una mayor productividad.
Desde la OMS insisten en que, para las personas con problemas de salud mental, el trabajo adecuado puede contribuir a su recuperación e inclusión, y mejorar la confianza y el funcionamiento de toda la sociedad.
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