Estas navidades uno de los “regalos” más compartidos en la mayor parte de los hogares españoles ha sido el virus influenza o virus de la gripe.
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria define la gripe como una infección vírica aguda, que tiene su máxima incidencia en los meses de otoño e invierno; de ahí que haya una sobrecarga asistencial en esas épocas.
En esta temporada, la gripe A, causada por el virus de la gripe influenza tipo A, ha supuesto la mayoría de los casos detectados a finales de 2023 y principios de 2024.
La gripe cursa con estos síntomas:
La mejor manera de prevenir la gripe entre las personas que forman parte de los grupos de riesgo es mediante la vacuna de la gripe.
La vacuna antigripal es diferente todos los años y suele estar compuesta por dos cepas del tipo A y dos del tipo B. La inclusión de los tipos de virus en la vacuna de cada año se hace teniendo en cuenta las probabilidades estimadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de los virus que serán más prevalentes.
La composición de la vacuna de este año basada en huevo es:
Y las vacunas de cultivo celular o recombinantes contienen:
La campaña de vacunación suele comenzar en otoño, si bien la fecha de inicio depende de cada una de las comunidades autónomas.
Las personas que forman parte de los grupos de riesgo se deben vacunar todos los años de la gripe porque los antígenos de virus cambian fácilmente cada temporada, lo que favorece que puedan infectar a las personas. Por eso, las vacunas cambian cada año.
Además, la inmunización que ofrece la vacuna no es muy duradera, por lo que hay que repetir cada otoño.
La vacuna de la gripe está recomendada en los siguientes grupos:
Para diagnosticar la gripe, el médico hace una exploración física y varias preguntas que conforman la historia clínica. En la mayor parte de los casos no es necesario hacer pruebas adicionales. Como el virus de la gripe se transmite de persona a persona, es importante saber si se ha estado en contacto con algún enfermo con gripe.
El tratamiento de la gripe se centra en la mejora de los síntomas, sobre todo la fiebre y los dolores musculares y de cabeza. Para ello, se suele emplear paracetamol.
En cuanto a los fármacos antigripales, hay que recalcar que no curan la gripe, solo alivian los síntomas. Asimismo, es importante consultar con el médico o el farmacéutico antes de tomarlos.
Por otra parte, existen fármacos antivíricos que si se administran en los tres primeros días de la gripe pueden reducir algo la duración de la infección. Para tomarlos, los tiene que recetar tu médico.
Recuerda que los antibióticos no son eficaces para la gripe, ya que es una infección producida por el virus influenza y los antibióticos solo sirven para tratar las infecciones bacterianas.
La complicación más común de la gripe es la neumonía, que es la que suele causar los ingresos hospitalarios cuando la gripe se agrava. También se pueden producir sobreinfecciones respiratorias por bacterias.
Los remedios caseros para la gripe se basan en mitigar los síntomas. Hay que mantenerse hidratado y, para ello, hay diversas infusiones que pueden resultar de utilidad. También es importante no estar en contacto con otras personas para no transmitirla.
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