Cómo cuidar la garganta en otoño y prevenir la faringitis

La faringitis se produce cuando se inflama la parte posterior de la garganta, la faringe y aparece con más frecuencia en esta época del año debido a los cambios bruscos de temperatura.

¿Qué tipos de faringitis existen?

• Faringitis aguda: puede presentarse como inflamación de las amígdalas y se refiere a la inflamación de la faringe, de la úvula (campanilla), las amígdalas y el paladar blando.
• Faringitis crónica: es un proceso inflamatorio y/o irritativo crónico de la mucosa faríngea, sin componente infeccioso. No existe una única causa que origine las faringitis crónicas;se han relacionado con ellas diversas situaciones adversas: calor o frío excesivos, sequedad ambiental, irritantes externos (como polvo, humos, abuso de vasoconstrictores nasales o de tabaco, etc.), respiración bucal, trastornos hormonales (menopausia, hipotiroidismo, etc.), cirugía previa de extirpación de las amígdalas, reflujo gastroesofágico, etc. Quien la padece, presenta con frecuencia un carraspeo para tratar de aliviar la sensación de moco en la garganta, junto a un picor o dolor faríngeo y molestias al tragar.

¿Qué síntomas presenta?

El principal síntoma de la faringitis es el dolor de garganta. Otros síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello.

¿Cuáles son las causas de la faringitis aguda?

La mayoría de las faringitis agudas son procesos infecciosos, debidos a virus o bacterias; los virus causan entre un 80% y un 90% de las faringitis, tanto en niños como en los adultos.

Origen vírico

Cuando la faringitis se produce por un virus, el tratamiento es sintomático, sólo podrán aplicarse ciertas medidas y cuidados que logren aliviar los síntomas y tomar medicamentos analgésicos , antiinflamatorios y antipiréticos.

Origen bacteriano

Por otro lado, si la inflamación es de causa bacteriana, deberán emplearse antibióticos prescritos siempre por un médico especialista. Cuando la valoración física no resulte clara para diagnosticar el origen, se procede a realizar una analítica.

Medidas de cuidado general

• Cubrir el cuello para mantenerlo caliente.
• Aumenta el consumo de líquidos, pero evita las bebidas hechas a partir de cítricos, la acidez puede ser contraproducente y puede ocasionar más irritación.
• Haz gárgaras con agua tibia y un poco de sal durante unos 40 segundos.
• Utiliza un humidificador para humectar el aire y aliviar la garganta seca y dolorosa.
• Opta por ingerir caramelos o pastillas comestibles con acción analgésica y anestésica, con el objetivo de suavizar la garganta.
• Usa un descongestionante nasal. Si la inflamación es producto de una gripe, estos medicamentos te ayudarán a limpiar las vías nasales y permitirá expulsar las mucosidades y así mejorar la respiración.

¿Se pueden evitar las faringitis?

El método más común de prevención es la hidratación, lo que permite generar el moco protector que es la primera línea de defensa de nuestra garganta. También resulta fundamental tener en cuenta cuáles son los principales agentes irritantes: 

• Bebidas y alimentos muy fríos o muy calientes, así como el picante.
• El tabaco.
• Forzar excesivamente la voz y la garganta.
• Ambientes muy fríos o excesivamente secos y cargados.
• Irritantes químicos (insecticidas, productos de limpieza...) o ambientales.
• Corrientes de aire.
• Variaciones bruscas de temperatura.

Se aconseja consultar con un médico cuando:

• Pasan días con dolor de garganta.
• Hay fiebre superior a los 38,3ºC.
• Se presentan placas de pus en la parte posterior de la garganta.
• Duele mucho al tragar.
• Los ganglios linfáticos están inflamados o muy sensibles.
• Si se aprecia babeo excesivo en bebés.

Recuerda que tu farmacéutico te puede aconsejar sobre los productos bucofaríngeos con antisépticos o anestésicos que ayudan a calmar el dolor y las molestias de garganta.