¿Sabes cómo conservar los medicamentos en verano?

Las altas temperaturas típicas del verano pueden afectar a la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos. ¿Qué se debe hacer con los fármacos para conservarlos en esta época, especialmente durante una ola de calor, o al viajar?

Según recuerda la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), las condiciones de conservación se establecen en función de los resultados de los ensayos de estabilidad a los que son sometidos antes salir al mercado.

Te ofrecemos cinco consejos fáciles de aplicar para la conservación de los medicamentos en verano:

• Leer con atención el prospecto, puesto que allí siempre están indicadas las instrucciones de conservación del medicamento. Por ello, es útil guardar siempre cada medicamento en su propio envase.
   
• En aquellos fármacos que necesiten condiciones especiales de temperatura de conservación, estas aparecerán especificadas en el envase. Así, existen:

1. Por un lado, medicamentos para conservar entre 2ºC y 8ºC. Estos productos deben conservarse siempre en la nevera y utilizarse tan pronto como se hayan sacado del frigorífico. En este grupo se encuentran las insulinas, las vacunas, determinados colirios, ciertos antibióticos, y jarabes infantiles en forma de suspensión tras mezclarlos con agua. También es importante saber que algunos medicamentos pierden su efectividad si pasan por un proceso de congelación.
    
2. Por otro lado, medicamentos para conservar a menos de 25ºC o a menos de 30ºC. En estos casos, incluso cuando la temperatura ambiente supere de manera esporádica los 40ºC, no afectará a la conservación del medicamento, ya que las temperaturas superiores a 40ºC en España ocurren de forma puntual y a un ritmo que no es constante durante todo el día. Además, los lugares sugeridos para almacenar los medicamentos en el domicilio suelen ser sitios frescos y secos -evitando el cuarto de baño, la cocina y cualquier foco directo de luz o calor-, por lo que la temperatura que se alcance sería inferior.

• Algunas formas farmacéuticas (cremas, óvulos, supositorios, etc.) son más sensibles a las subidas de temperatura. En estos casos, si al abrirlas se ha modificado su aspecto, no deben usarse.
   
• Si se hacen viajes, es desaconsejable llevar los medicamentos en los maleteros o habitáculos de los coches a pleno sol porque pueden alcanzarse temperaturas muy altas. Si es necesario, hay que utilizar una nevera portátil para el transporte de los fármacos que requieren conservación en frío.
   
• Muchos medicamentos no necesitan condiciones especiales de temperatura de conservación, pudiendo mantenerse a temperatura ambiente. De hecho, estos fármacos han demostrado que no se degradan cuando son expuestos a temperaturas de 40ºC durante seis meses.

En caso de duda por una ola de calor o por un viaje, acude a tu farmacia para consultar cómo debes guardar tus medicamentos.