Cómo afecta la calima a la salud y calidad del aire

Algunos días de verano nos despertamos con esa neblina amarillenta o anaranjada que suele ir acompañada de altas temperaturas, pesadez de ambiente y mala calidad del aire. Es lo que se conoce como calima. 

La calima se forma a partir de partículas en suspensión de pequeño tamaño que suelen proceder del norte de África. Ese polvo en suspensión de color amarillo o naranja propicia un ambiente poco agradable y que puede afectar negativamente a la salud.  

Existen dos tipos de calima: 

• La de tipo A, que es la natural y se forma por el transporte de arena, sales de agua y otros elementos. Su origen suele estar en el desierto del Sáhara y también se conoce como polvo en suspensión. 

• La calima de tipo B se forma por la contaminación o por los incendios forestales. Las partículas en suspensión de este tipo de calima son más perjudiciales para la salud. 

¿De qué está compuesta la calima?

Por lo general, la calima está compuesta por minerales de arcilla, carbonato magnésico, cuarzo y calcio. La calima hace que la calidad del aire no sea la adecuada. Esa calidad se mide por el índice PM10, que corresponde a las partículas dispersas en la atmósfera con un diámetro inferior a 10 micrómetros (µm).  En España, el valor límite diario de PM10 se establece en 50 µg/m3. 

Además de los mencionados elementos, la calima procedente del desierto del Sáhara puede contener partículas nocivas para la salud que se van incorporando según va avanzando el viento cuando pasa por zonas donde se desprenden a la atmósfera partículas contaminantes. 

¿Cómo afecta a tu salud el polvo en suspensión?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire es uno de los mayores riesgos ambientales que existen para la salud. Se asocia a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, cardiopatía, cáncer de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, como el asma.

Aunque la calima no es contaminación, como hemos comentado, sí que puede contener algunas partículas nocivas, que pueden llegar al cuerpo a través de la nariz y la boca, y hasta el sistema respiratorio y sanguíneo. Por eso, es importante entender cómo afecta la calima a nuestro organismo.

Los principales síntomas que pueden aparecer son: 

• Irritación de las mucosas. 

• Obstrucción nasal. 

• Picor en los ojos. 

• Tos. 

Las personas con asma o con patologías respiratorias pueden ver agravada su enfermedad, situación que también puede darse en las personas con procesos alérgicos. 

Cuando la calima dura varios días puede generar alguna crisis de ansiedad. Y aunque no es un problema de salud propiamente dicho, hay que tener mucho cuidado cuando se conduce por la baja visibilidad, sobre todo, cuando la calima es muy espesa.

La calima se forma a partir de partículas en suspensión de pequeño tamaño que suelen proceder del desierto del Sáhara.

Medidas que puedes tomar ante la calima

Ante la aparición de calima en el ambiente, las autoridades sanitarias recomiendan limitar, en la medida de lo posible, estar al aire libre, hidratarse con frecuencia y evitar realizar esfuerzo físico al aire libre. 

Además de estas recomendaciones, las personas que tengan especial sensibilidad a los ambientes con calima o las que tengan problemas respiratorios o cardiovasculares crónicos, es importante que sigan estas pautas: 

• Mantener las ventanas cerradas.

• Limpiar las superficies con un paño húmedo para retirar las partículas de polvo. 

• Estar hidratado y utilizar humidificadores. 

¿En qué ciudades suele haber más calima?

La calima se forma con el aire que proviene, sobre todo, del desierto del Sáhara. Por eso, las ciudades más afectadas suelen ser las de las islas Canarias y las del sur de España. Dependiendo de la orientación de los vientos, la calima puede afectar más a unas regiones que a otras.