La labor del lubricante en la sequedad vaginal

La sequedad vaginal es, junto al picor y la irritación, uno de los principales síntomas de la atrofia vaginal, que afecta a cerca del 50 % de las mujeres sanas mayores de 60 años. En muchos casos, la sequedad vaginal también puede causar dolor y sensación de quemazón durante las relaciones sexuales, debido a la irritación que provoca la fricción en los tejidos. Con motivo del Día Europeo de la Salud Sexual, que se celebra el 14 de febrero, vamos a repasar las principales causas de la sequedad vaginal y cómo mejorar la sintomatología.

¿Qué es la sequedad vaginal y a qué zonas afecta?

La sequedad vaginal consiste en la disminución de la lubricación vaginal, es decir, de los fluidos producidos por el aparato genital femenino debido al descenso de la producción de estrógenos por parte de los ovarios. Las zonas que se ven afectadas por la sequedad vaginal son el cuello del útero, la vagina y la vulva.

Aunque la sequedad vaginal se asocia principalmente con la menopausia, también puede ocurrir en otras situaciones en las que la producción de estrógenos se ve afectada, como en la lactancia o durante la administración de algunos medicamentos. 

¿Cuáles son las causas de la sequedad vaginal?

La sequedad vaginal se debe a la disminución de estrógenos, que causa la falta de lubricación, y puede ser transitoria o permanente dependiendo de su origen. 

Por lo tanto, la cantidad y viscosidad del fluido vaginal depende de los niveles de estrógenos, cuya producción varía a lo largo del ciclo menstrual. Los niveles aumentan durante la fase de maduración del óvulo y durante la menstruación disminuye la capacidad de lubricación. La producción de estrógenos se reduce conforme envejecemos; por ello, la sequedad vaginal es un síntoma frecuente de la menopausia.

Entre las causas de sequedad vaginal están las siguientes:

• Embarazo. En la gestación disminuye la producción de estrógenos y, en consecuencia, aumenta la sequedad vaginal. Se trata de una disminución transitoria y la sequedad desaparece al finalizar estos periodos. 


• Lactancia. Durante la lactancia aumenta la producción de prolactina, una hormona que estimula la producción de leche materna, pero que también inhibe la producción de estrógenos. Esta disminución de estrógenos es transitoria y se normaliza una vez finalizada la lactancia. 


• Menopausia. En este periodo disminuye la función ovárica hasta desaparecer, lo que hace que baje progresivamente la producción de estrógenos. Asimismo, durante la menopausia la microbiota vaginal sufre cambios, varía el pH y las glándulas se contraen, lo que causa una disminución de la lubricación vaginal.


• Trastornos vaginales, como las infecciones o la vaginitis (inflamación de los tejidos vaginales).


• Algunas enfermedades, como el síndrome de Sjögren o la diabetes, pueden favorecer la sequedad vaginal.


• Ciertos fármacos, como los anticonceptivos, medicamentos para tratar el cáncer de mama, ovario o útero, los antidepresivos tricíclicos, los anticolinérgicos, los antihistamínicos o algunos antihipertensivos.


• Uso excesivo de jabones, lociones e irrigadores vaginales.


• Situaciones de estrés o el temor a las relaciones sexuales pueden afectar al proceso de lubricación vaginal. 

Lubricantes para mejorar la sequedad vaginal

Los hidratantes y lubricantes vaginales conforman el primer escalón en el tratamiento de la sequedad vaginal leve o moderada, ya que ayudan a hidratar la zona genital, aumentando la flexibilidad y la elasticidad de la mucosa. 

Entre los activos más utilizados en la formulación de hidratantes y lubricantes vaginales se encuentran la glicerina y sus derivados poliméricos; el ácido láctico; el ácido hialurónico; las isoflavonas de soja; la rosa mosqueta y algunos extractos vegetales.

En Welnia encontrarás una gran variedad de lubricantes, como Isdin Woman Lubricante Hidrogel, 30 g; Cumlaude Mucus Gel Vaginal, 30 ml y Control Lubricante Gel Aloe, 75 ml.

En el caso de que la sequedad vaginal no mejore es importante que consultes con tu ginecólogo, quien podrá indicarte otros tratamientos, como medicamentos con estrógenos de administración vaginal o con lidocaína, un anestésico que alivia temporalmente los síntomas en la zona externa vaginal. Estos medicamentos deben ser siempre prescritos y controlados por un médico.

El lubricante vaginal debe tener una base acuosa y se deben evitar los productos con vaselina y aceites minerales, ya que pueden alterar la mucosa.

Recomendaciones para elegir un lubricante vaginal

• Debe estar formulado con una base acuosa, preferiblemente en forma de gel ligero, de fácil aplicación y que mantenga su efecto en el tiempo. 


• Evitar los productos que contengan aceites minerales o vaselina, ya que pueden adherirse a la mucosa y promover el crecimiento de microorganismos patógenos que alteren su salud. La vaselina también puede deteriorar el látex de los preservativos y causar su rotura. Por ello, es importante utilizar lubricantes de base acuosa, compatibles con el látex. 


• El pH debe ser lo más parecido al pH natural de la zona en la que se aplica. Como este varía según la etapa de la vida en la que te encuentres, en la edad fértil se recomienda un pH más ácido, no superior a 5,0, mientras que en la preadolescencia y la menopausia el pH recomendado es de 7, que es más neutro.