El dolor de rodilla es, sin duda, una dolencia común en todas las edades de la población y por múltiples motivos. ¿Sabes realmente cuáles son las causas del dolor de rodilla? En este artículo encontrarás un resumen de las lesiones de rodilla más comunes, factores de riesgo y consejos para prevenir dichas lesiones.
¿Sabías qué?
- La rodilla es la articulación más grande del cuerpo y a la vez la más vulnerable.
- La rodilla es la que más se lesiona, tras el tobillo, en la práctica deportiva y la cuarta en el mundo laboral. Un 15% de la población trabajadora y un 20% de la población que realiza deporte sufre algún tipo de lesión de rodilla a lo largo de su vida.
- La rodilla está formada por tres huesos, tendones que conectan los huesos con los músculos, y ligamentos que estabilizan y conectan los huesos. Dos piezas de cartílago con forma de C, llamadas meniscos, actúan como amortiguadores de la articulación, mientras que los sacos llenos de líquido, llamados bursa, ayudan a que la rodilla se mueva de forma fluida.
En consecuencia, debes saber que el dolor de rodilla es una causa frecuente de consulta y que la mayoría de las personas tendremos molestias en la rodilla en algún momento de nuestra vida. Dichas molestias pueden presentarse de forma aguda (tras un golpe, un giro brusco, etc.) o pueden aparecer de forma progresiva, como consecuencia del uso continuado de la articulación o de la aparición de alguna lesión.
¿Cuáles son las lesiones de rodilla más comunes?
- Esguince de rodilla: uno o varios ligamentos se estiran demasiado a causa de una torcedura o un tirón.
- Desgarro: un tendón o un músculo se estira demasiado.
- Lesión de menisco: el fibrocartílago es un disco en forma de media luna llamado menisco, que funciona como "amortiguador" de la rodilla. Si se rompe el menisco sentirás dolor al torcer o girar la rodilla, hinchazón, rigidez y dificultad para estirarla, entre otros síntomas.
- Bursitis de rodilla: son lesiones que afectan a las bolsas sinoviales. Estos sacos están rellenos de líquido y se encargan de amortiguar la parte exterior de la articulación.
- Uso excesivo de la rodilla: esta lesión de rodilla por desgaste es muy común en corredores.
- Lesiones en los ligamentos de la rodilla: muy frecuentes en deportes cuya práctica exige cambios frecuentes de ritmo y dirección, por ejemplo, en futbolistas.
De tipo mecánico:
- Cuerpo suelto: Cuando se desprende algún trozo pequeño de hueso o cartílago. Es posible que no genere ningún tipo de dolor de rodilla si no afecta a la articulación de la rodilla.
- Dislocación: Cuando el hueso frontal de la rodilla se desplaza hacia el exterior de la misma.
- Dolor en otras articulaciones: También puede producirse un dolor de rodilla cuando esta se fuerza debido a problemas anteriores en otras articulaciones como la cadera.
De tipo artrítico, las más recurrentes son:
- Artrosis: originado por el propio desgaste del cartílago de la rodilla debido al paso del tiempo y el uso. Produce dolor que se acentúa al levantarse.
- Gota y seudogota: la gota es la acumulación de cristales de ácido úrico en la rodilla. Si la acumulación es de cristales de calcio en el líquido sinovial, entonces se trata de seudogota.
- Artritis reumatoide: Es una enfermedad autoinmune y crónica que puede afectar a cualquier articulación del cuerpo.
¿Qué factores aumentan el riesgo de lesiones?
- Sobrepeso. Tener sobrepeso u obesidad aumenta la exigencia sobre tus rodillas, incluso durante actividades comunes, como caminar o subir y bajar escaleras. Además, aumenta el riesgo de artrosis al acelerar la ruptura del cartílago articular.
- Falta de flexibilidad o fuerza muscular. La falta de fuerza y flexibilidad puede aumentar el riesgo de lesiones en las rodillas.
- Determinados deportes y ocupaciones. Algunos deportes suponen más exigencia a tus rodillas que otros. Y también determinados trabajos que requieren un esfuerzo reiterado en las rodillas pueden aumentar el riesgo.
- Lesión previa. Tener una lesión de rodilla anterior hace que sea más probable sufrir otra.
- Edad. A medida que se cumplen años y, en función del estilo de vida, puede aparecer el dolor de rodilla.
Toma nota de algunas consejos que te ayudarán a prevenir lesiones
Haz ejercicio diario. De esta forma estarás previniendo el sobrepeso y mejorando la fortaleza y la flexibilidad de tus músculos y articulaciones.
Practica higiene postural. Cada vez que vayas a hacer un movimiento, piensa antes cómo hacerlo para no dañarte. Si realizas trabajo de campo o con esfuerzo, debes tener especial cuidado.
Limita o evita los deportes de más riesgo para el dolor de rodilla como correr, esquiar o jugar al fútbol.
Elige un calzado de calidad. Las posturas y el cuidado de los pies influyen mucho en el dolor de rodilla. Es importante usar zapatos cómodos que te ayuden a promover la alineación de las articulaciones en las extremidades inferiores.
Utiliza rodillera. Las rodilleras son productos sanitarios de uso externo que se utilizan para la prevención, profilaxis y tratamiento de distintas enfermedades de la articulación de la rodilla. Consulta en la farmacia los tipos de rodilleras que hay, sus usos y materiales. El farmacéutico te ofrecerá el consejo adecuado para tu caso en particular.