Es una lesión menos profunda, pues regularmente no involucra ligamentos, músculos, huesos o articulaciones. Se podría decir que es una lesión superficial. El dolor regularmente es momentáneo y con alguna pomada contra torceduras se alivia.
Puede dañar más profundamente y sí es necesario llevar a cabo un tratamiento para sanar los tejidos. Esta lesión se caracteriza por el estiramiento, distensión o desgarre de músculo por algún tipo de traumatismo.
● Primer grado: el estiramiento es ligero y daña levemente las fibras de los tejidos. Es el que podría confundirse con una torcedura, ya que la lesión no es grave y puede curarse con reposo, antiinflamatorio y compresas de agua caliente.
● Segundo grado: este tipo de esguince es más serio y más doloroso, pues es el desgarre parcial del ligamento y las articulaciones tienden a debilitarse. En este caso es necesario inmovilizar por medio de una férula o vendaje, así como seguir el tratamiento médico y las terapias físicas.
● Tercer grado: este es el esguince más delicado de todos, de hecho algunos expertos indican que es mejor la fractura que un esguince de tercer grado; pues causa inestabilidad y se traduce a cuando uno o varios ligamentos se rompen. En algunos casos es necesario someterse a cirugía o inmovilizar por completo. La recuperación es más lenta y puede ser dolorosa.
Ya sabes el dicho "mejor prevenir que curar" y los esguinces o torceduras, como otras muchas lesiones, se pueden evitar con una serie de medidas previas.
● Si haces deporte, realiza siempre un calentamiento para preparar músculos y articulaciones.
● Usa un calzado adecuado, tanto a la hora de hacer deporte como en tu día a día.
● Vigila cómo pisas si caminas, corres o trabajas sobre una superficie irregular.
● Si vas a practicar deporte hazlo gradualmente y no te embarques en ninguna actividad para la que no estés preparado.
● Haz ejercicios para mantener la fuerza en los músculos. El entrenamiento propioceptivo es un método clave para prevenir. En pocas palabras consiste en preparar el cuerpo, trabajando la coordinación y la fuerza, Es muy útil sobre todo en aquellas personas propensas a sufrir esguinces.
● Si tienes tendencia a sufrir esguinces o torceduras, una buena idea puede ser proteger el tobillo con una tobillera u ortesis, para disminuir la probabilidad de nuevos episodios.
Los esguinces y las torceduras leves generalmente se pueden tratar en casa aplicando el método “RICE”, que significa en inglés: reposo, hielo, compresión y elevación.
● Reposo. Se trata de no realizar ninguna actividad que suponga una carga en la zona afectada durante las primeras 24 a 48 horas.
● Hielo. Usa compresas frías durante 20 minutos varias veces al día. No apliques hielo directamente sobre la piel.
● Compresión. Para impedir que haya más inflamación y pérdida de sangre, usa un vendaje elástico de compresión.
● Elevación. Para reducir la inflamación, eleva la lesión más arriba del corazón mientras descansas.
Recuerda siempre que es muy importante que ante cualquier percance muscular o articular acudas al especialista para que indique las pautas y el tratamiento a seguir.
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