Tus pies merecen un poco más de atención

Nunca mejor dicho, los pies son nuestro mayor apoyo. Soportan a diario todo nuestro peso y permiten nuestra movilidad. Están expuestos al calor, al frío, a zapatos apretados, tacones altos, a caminar, correr, saltar, etc. Y a pesar de todo, no siempre cuidamos nuestros pies como merecen. Dedica tiempo a tus pies y cuídalos de forma adecuada para prevenir trastornos o molestias que pueden afectar a tu rutina diaria.

Afecciones que puede sufrir el pie

¿Sabías que el pie del ser humano tiene 33 articulaciones, 26 huesos y más de un centenar de tendones, ligamentos y músculos? Por lo que es fácil de entender que tus pies son propensos a sufrir lesiones o afecciones, entre otras, las que enumeramos a continuación y sobre las que iremos ampliando información en otros artículos:

1.   Fascitis plantar

2.   Metatarsalgia

3.   Juanetes o hallux valgus

4.   Dedos en garra o martillo

5.   Callosidades

6.   Uña enterrada o encarnada

7.   Pie de atleta

8.   Pies cavos

9.   Pies planos

Estos son solo algunos de los problemas asociados a los pies que son consulta habitual en la Farmacia. El farmacéutico te puede aconsejar de forma correcta sobre el abordaje o medidas a seguir para solucionar tu problema concreto y te ofrecerá asesoramiento sobre la utilización de plantillas, ortesis, siliconas u otros complementos dermocosméticos, y, si fuera necesario, te derivará al especialista correspondiente.

Recomendaciones para el cuidado de los pies

• Cuidados higiénicos. Lo indicado sería cuidar tus pies todos los días, con una eficaz rutina, donde incluyas la limpieza, la hidratación, la eliminación de piel muerta y el tratamiento de durezas y otros problemas como ampollas o callos.
• Desde casa puedes prevenir ciertos problemas y cuidar tus pies como es debido. Para ello en la tienda Welnia o en tu farmacia habitual puedes encontrar productos que te ayudarán a cuidarlos como lima eléctrica, kit de pedicura, piedra pómez, cremas reparadoras de pies, protecciones para ampollas, etc. También encontrarás productos específicos para problemas concretos como los correctores de juanetes o todo tipo de plantillas indicadas para las diferentes molestias que puedas presentar.
• Mantener un peso adecuado. Los pies soportan durante muchas horas todo el peso del cuerpo. Una dieta adecuada y evitar el sobrepeso es una buena fórmula de prevención.
• Aplicar frío. Cuando los pies están inflamados, los paños de agua fría o hielo ayudan a reducir el problema. Igualmente, existen cremas destinadas a reducir la inflamación de los pies o hidratarlos correctamente.

Ejercicios de fortalecimiento

1. Extensión del dedo. Siéntate y coloca el pie en el muslo opuesto, agarra los dedos de los pies con una mano y tira de ellos hacia el tobillo hasta sentir un estiramiento en la parte inferior del pie y en la zona del talón (lo mantenemos durante unos 10 segundos). Durante este estiramiento, con la otra mano, masajea el arco del pie.
2. Sobre la pared. Apoya el pie sobre una pared u otro tope vertical, haciendo presión en posición de flexión dorsal del pie (es decir, estirar los dedos del pie hacia la espinilla), tensionando toda la musculatura posterior de la pierna. Si puedes, coloca todos los dedos del pie en extensión, para incidir más en el estiramiento de la fascia plantar.
3. Coger la toalla. Coloca una toalla en el suelo, pon los dedos de un pie en el extremo de la toalla, intenta coger la toalla y llevar hacia ti.
4. El pie en el escalón. Sube un pie a un escalón, apoya únicamente la zona metatarsal (de la mitad del pie hacia adelante) y deja caer el peso del cuerpo por la acción de la gravedad para hacer un estiramiento de la fascia plantar.
5. Separación de los dedos. Siéntate y separa todos los dedos de los pies hasta donde puedas o resulte más cómodo y los mantienes abiertos durante 5 segundos. Intenta repetirlo varias veces.
6. Rueda la pelota. Coloca una pelota de tenis (también podemos utilizar una botella de agua muy fría) en el suelo, pon el pie encima y la haces rodar, aumentando o disminuyendo la presión según sea necesario, cambiando de pie regularmente
7. Recogida de elementos. Utiliza elementos que puedas recoger del suelo con los pies como canicas, un tazón o un bolígrafo.