Diez consejos para prevenir la irritación ocular en primavera

La irritación ocular es un problema que resulta incómodo y molesto. Como hemos contado anteriormente, durante la primavera es habitual pasar más tiempo al aire libre exponiéndonos a numerosos factores que pueden irritar los ojos, como, por ejemplo, la contaminación, el viento, las partículas de polvo, la radiación solar, los cosméticos, el cloro del agua o la fatiga ocular. Con la llegada de la primavera a estos factores se añaden las consecuencias derivadas de la alergia estacional.​

¿Por qué se produce la irritación ocular?

La “rojez” que vemos con la irritación es provocada por la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto es debido a:​

●     Sequedad en los ojos.

●     Infecciones.

●     Alergias.

●     Demasiadas horas frente al ordenador o libros.

●     Presencia de agentes externos como el polvo, u otras partículas.

●     Exposición excesiva al sol.

●     Lesiones oculares.​

Decálogo para prevenir la irritación ocular

Como medidas preventivas, ten en cuenta los puntos que destacamos a continuación teniendo siempre presente que, en caso de agravarse el problema, lo mejor es pedir consejo al oftalmólogo.

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​1. Utiliza gafas de sol para protegerte de la luminosidad, del polvo y del resto de partículas en suspensión.

2. Si usas lentes de contacto, es conveniente que limites su uso. Puedes optar por utilizarlas solo por la tarde o alternarlas con las gafas.

3. Procura no salir a pasear por el campo o por parques donde suele haber una mayor concentración de polen.

4. Cuando viajes en coche, mantén subidas las ventanillas.

5. Evita exponerte a ambientes con polvo, a animales domésticos o a agentes irritantes que agraven los síntomas (humo, cloro de las piscinas, etc.)

6. Extrema tu higiene diaria y lávate las manos a menudo.

7. Evita frotarte los ojos.

8. Cuando leas, estudies o trabajes, debes asegurarte de que la iluminación es la correcta.

9. Si es posible, practica el reposo ocular, es decir, el cese de la actividad que está produciendo las molestias. También es muy beneficioso realizar pequeños ejercicios que alivien el uso de determinados músculos oculares (p. ej., mirar hacia arriba sin mover la cabeza y realizar rotaciones oculares mirando alrededor). Este simple ejercicio suele ayudar a relajar los pares musculares que están agotados por un esfuerzo de acomodación muy continuado.

10. La vitamina A también resulta muy beneficiosa ya que contribuye al mantenimiento de la visión en condiciones normales. La puedes encontrar en ciertos alimentos como los frutos secos, zanahoria o bacalao. 

Por último, puedes recurrir a productos específicos para cuidar la higiene de los ojos, disponibles en tu farmacia como las lágrimas artificiales que refrescan, lubrican y ayudan a eliminar alérgenos.