Las gafas de sol para niños y adultos se han convertido en complementos imprescindibles para cuidar los ojos en la ciudad, la playa o la montaña, y cada año hay nuevas colecciones que cambian según las tendencias de moda.
Siempre hay modelos clásicos que permanecen, pero reinventándose con nuevos materiales o cristales en distintos acabados. Esto es extensible a las gafas de sol infantiles, fundamentales para la protección de los más pequeños.
Los ojos de los niños son especialmente vulnerables al sol. La radiación ultravioleta (UV) es acumulativa, de forma que los daños que produzcan en la edad adulta serán la suma de todas las radiaciones que hayamos recibido desde la infancia.
Por lo tanto, proteger los ojos del sol con unas gafas adecuadas debería ser una prioridad para prevenir enfermedades oculares, sobre todo si tenemos en cuenta que hasta los 8 años el cristalino no ha terminado de formarse y para cuando alcanzan esa edad, los menores ya han recibido el 80 % de la radiación UV que recibirán a lo largo de su vida, según la Asociación de Fabricantes de Óptica (AEO).
La principal función de las gafas de sol para niños y adultos es evitar que las radiaciones solares lleguen al ojo, gracias a sus filtros, y que afecten de forma perjudicial a las estructuras oculares (córnea, retina, cristalino, etc.).
Esta es la razón por la que debemos proteger nuestros ojos, principalmente de la radiación ultravioleta A, de longitud de onda larga de entre 300 a 380 nanómetros (nm); ultravioleta B, de longitud de onda media, entre 200 y 300 nm, y ultravioleta C, de longitud de onda corta de entre 00 y 200 nm.
Los filtros solares UV 400 de las lentes de las gafas de sol Farline Óptica impiden la llegada de todas estas radiaciones solares y reducen la intensidad de las radiaciones visibles para evitar el deslumbramiento y proporcionar una visión nítida, sin modificar los colores y contrastes. Por lo tanto, no es lo mismo la categoría de las gafas de sol que su filtración de luz UV.
La categorización ofrece una idea de la intensidad lumínica que deja pasar. En función de la cantidad de luz visible que permiten pasar, las gafas de sol se clasifican en categorías: desde la 0, indicada para días nublados a muy nublados, con muy poca luminosidad, hasta la 4, apta para situaciones de muy alta luminosidad, práctica de esquí o deportes de nieve, pero no para la conducción.
La categoría 3 es la más habitual en las gafas de sol: protege frente a una fuerte luminosidad solar y es idónea para su uso en la playa, la montaña e incluso para los niños. Con la categoría 3 también se puede conducir con las gafas de sol puestas.
En resumen, a la hora de comprar unas gafas de sol infantiles, aparte de la moda, debemos fijarnos en las siguientes características:
Además, las gafas de sol con lentes polarizadas evitan los reflejos, teniendo una visión más nítida.
Las gafas de sol infantiles de Farline Óptica están fabricadas bajo estrictos controles de calidad, cumplen los requisitos exigidos por la directiva 89/686/CEE y han sido evaluadas teniendo en cuenta la norma EN ISO 12312-1:2013.
Por ello, llevan el marcado CE que confirma que las lentes de las gafas de sol cumplen con los requisitos esenciales y que el ojo estará protegido frente a las radiaciones UV (UV 400) . Las gafas de sol infantiles y de adulto Farline Óptica son de categoría 3.
Y recuerda que las gafas de sol infantiles van a proteger no solo el ojo de las radiaciones ultravioletas, sino también la piel del contorno de los ojos, que es más sensible y delicada. Una razón más para no olvidarlas este verano.
Tanto en Welnia como en tu farmacia de confianza puedes encontrar gafas de sol infantiles de Farline Óptica y podrás recibir asesoramiento para realizar la mejor elección.
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