Para hablar de hipertensión, la tensión arterial debe ser igual o superior a 140 mm Hg de sistólica o 90 mm Hg de diastólica, valorada en dos ocasiones, separadas por un intervalo de 4 horas, salvo en los casos en que las cifras de tensión arterial sean iguales o superiores de 160/110 mm Hg. La proteinuria (proteínas en la orina), por su parte, se define como la existencia de 300 mg o más de proteínas en orina en 24 horas, o 30 mg/dl en muestra aislada.
Durante un embarazo normal, la presión arterial tiende a disminuir en el transcurso del primer y segundo trimestre (hasta las 24 semanas de embarazo). Con preeclampsia, la hipertensión arterial aumenta después de aproximadamente la semana 20 de embarazo, y permanece alta hasta que nace el bebé.
Cuando la hipertensión arterial aparece después de la semana 20 de gestación pero no hay proteinuria se denomina hipertensión gestacional o hipertensión inducida por el embarazo. Si posteriormente se detectan proteínas en la orina, el diagnóstico cambia a preeclampsia.
Existen una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a sufrir preeclampsia en el embarazo:
- Antecedentes familiares con preeclampsia en algún embarazo.
- Preeclampsia en embarazos previos.
- Edad avanzada de la madre o, por el contrario, en madres adolescentes.
- Ser madre primeriza.
- Obesidad o diabetes en la madre.
- Ser fumadora.
- Sufrir estrés.
- Sufrir enfermedades inmunológicas, alteraciones en la coagulación o enfermedades renales.
- Sufrir hipertensión arterial crónica.
- Sufrir de trombofilias.
- Que el paciente tenga anomalías fetales congénitas.
- Embarazo múltiple.
- Tener infecciones urinarias en el embarazo.
Cuando se trata de preeclampsia ligera, no aparece ningún síntoma, y con frecuencia se detecta por primera vez cuando se chequea su presión arterial y orina durante una consulta prenatal de rutina.
Si la afección está más avanzada, podrían presentarse los siguientes síntomas:
El tratamiento definitivo de la preeclampsia es la finalización del embarazo. Aunque el tratamiento dependerá del tipo de hipertensión y de su gravedad y lo determinará el médico, existen medidas generales: reposo, dieta equilibrada...
Además, será necesario realizar controles de presión arterial frecuentes (al menos una vez al día), estudios de sangre y control de proteinuria, además de los controles del bebé: ecografía, monitoreo, Doppler, etc…
El síndrome HELLP es una complicación seria de una preeclampsia en la que, además de la hipertensión, aparece hemólisis, descenso de las plaquetas y elevación de las enzimas hepáticas, transaminasas y LDH. En raras ocasiones puede aparecer con HTA leve y sin proteinuria.
No, no se puede prevenir. Sin embargo, se puede reducir sus posibilidades de contraerla haciendo los ajustes necesarios antes de quedar embarazada tales como mantener un peso saludable, llevar una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente.
En resumen, la mayoría de los casos de preeclampsia responden a formas leves que no suelen tener consecuencias importantes durante el embarazo. Recuerda siempre que el seguimiento ginecológico durante todo el embarazo es importante para prevenir complicaciones y detectar a tiempo problemas como la preeclampsia.
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