El cambio físico más visible en las mujeres con cáncer de mama que se someten a un tratamiento de quimioterapia es la pérdida del cabello y del vello corporal. Sin embargo, la piel y las uñas también se ven afectadas, tanto por la quimioterapia como por otros tratamientos contra el cáncer. En el artículo Preguntas con respuesta sobre el cáncer de mama puedes encontrar más información sobre los tratamientos para el cáncer de mama.
Con el tratamiento para el cáncer, la piel se deshidrata y se vuelve muy sensible, de manera que cualquier rozadura puede desencadenar una irritación. Por ello, es importante cuidarla con los productos más adecuados para piel sensible y lavarse las manos antes de aplicarlos para evitar dañar la piel y aumentar el riesgo de infecciones.
El producto LETI SR Serum Anti-Rojeces, 30 ml puede ayudar a reducir el enrojecimiento, al acelerar el proceso de reparación y regeneración de la piel restaurando su función barrera.
Además, te pueden ayudar a mejorar la hidratación de la piel estos productos:
Pero, aunque resulte extraño, en ocasiones los tratamientos oncológicos pueden causar el efecto contrario en la piel, esto es, una hiperhidratación como consecuencia de la descompensación entre los líquidos que se toman y su eliminación.
Asimismo, puede aparecer cierta hiperpigmentación o manchas en la piel. En este caso se recomienda el uso diario de fotoprotector que, si bien no va a hacer que desaparezcan, evitará que se oscurezcan. Hay que recordar que la protección solar hay que utilizarla siempre, incluso los días nublados.
Tras las sesiones de radioterapia es clave mantener una buena higiene de la piel. Para eso, es importante utilizar jabones suaves, sin perfume y que mantengan el pH de la piel.
Para mantener limpia la piel, puedes utilizar esta agua micelar Bioderma Sensibio H2O Solución Micelar Piel Sensible, 500 ml y este limpiador Topicrem DA Gel Limpiador Sobregraso, 500 ml.
Es necesario extremar las precauciones al ducharse y hay que extender con sumo cuidado el jabón por la zona tratada. Una vez terminada la ducha, hay que secar muy bien la piel sin frotar para evitar dañarla.
A la hora de hidratar la piel, se aconseja aplicar la crema hidratante para después de la radioterapia unas dos veces al día y evitar hacerlo sobre posibles heridas. Es importante seguir las recomendaciones del equipo de radioterapia y utilizar los productos específicos que se hayan prescrito, que no deben contener fragancias. Si aparecen picores en la zona, se debe comentar a los profesionales que llevan a cabo las sesiones de radioterapia.
Con respecto a los desodorantes, se pueden usar en la zona tratada siempre y cuando la piel esté en buenas condiciones. Si se irrita, hay que dejar de aplicarlos.
En la medida de lo posible, se deben evitar cambios bruscos de temperatura que puedan irritar la piel. Para refrescar la piel Avène Agua Termal Spray, 50 ml se puede convertir en tu mejor aliado.
Las uñas son otras de las damnificadas por el tratamiento oncológico. Se vuelven más débiles, lo que hace que se rompan con facilidad. También pueden ser víctimas de las infecciones.
Las siguientes recomendaciones pueden ser útiles para cuidar las uñas tras el tratamiento para el cáncer:
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