Bebé seco, bebé feliz

Un bebé seco es un bebé feliz, pero elegir el pañal es sin duda uno de los mayores quebraderos de cabeza para los padres desde el nacimiento de su pequeño.

En el mercado existe una gran variedad de pañales, pero el más adecuado tiene que reunir varios requisitos. Además de la absorción, ser ajustable y suave para el bebé, es importante que le permita sentirse cómodo en cualquiera de las etapas de crecimiento.

Tipos de pañales

Pañales desechables

La parte exterior suele ser de polietileno, un plástico fino que impide que la humedad salga al exterior. La parte interior es de celulosa y algún tipo de polímero superabsorbente. Por supuesto, tienen cintas adhesivas a los lados para cerrar y abrir el pañal, y bandas elásticas con un extra de absorción en la parte interna para ajustarse a las piernas del bebé y evitar fugas.

Pañales ecológicos

En el caso de los pañales ecológicos, sustituyen los plásticos por fibras naturales como el bambú, que tarda muchísimo menos tiempo en descomponerse. Una de las ventajas de los pañales ecológicos son las fibras naturales, ya que dan menos problemas de alergias o eccemas. Así que no solo cuidamos del planeta, sino también de la piel del bebé.

Pañal de tela

Hay varios tipos de pañales de tela: de dos piezas (por un lado el absorbente y por otro el cobertor que lo sujeta) y rellenables, con un bolsillo para la pieza absorbente, que además puedes escoger en función de la absorción que necesites.

Braga pañal

Los pañales en forma de braguita son muy fáciles de poner, simplemente metes por las piernas y subes hasta la cintura. Así reducirás muchísimo tiempo de cambio en el caso de bebés que ya han comenzado a sostenerse y caminar. Se sujetan bien con una cintura elástica flexible y son desechables.

Pañales para dormir

Es también un pañal con forma de braguita o calzoncillo, con un extra de absorción. En este caso se usa de forma puntual por las noches, para niños más mayores que todavía mojan la cama de vez en cuando.

Pañal bañador

Tienen forma de pantalón o braguita y no se hinchan con el agua, cosa que sí ocurre con los normales en mayor o menor medida.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de comprar un pañal?

Talla. Para saber cuál es la talla de pañal adecuada para nuestro pequeño, podemos orientarnos por las guías de edad, peso y/o tamaño que indican los envases.

Absorción. Debe ser ultrarrápida para evitar al máximo el contacto de la orina con la piel… o llegarán las tan temidas irritaciones. Esto debe combinarse con la transpirabilidad ya que si el pañal es demasiado impermeable, el bebé sudará en exceso y eso tampoco es bueno.

Suavidad. La superficie del pañal que está en contacto con el cuerpo debe resultar suave al tacto. Son muchas horas en contacto con la piel y no queremos que aparezcan rozaduras o eccemas porque, al estar en una zona húmeda serán complicados de curar.

Hipoalergénicos. Las rozaduras en la piel son uno de los grandes enemigos mientras dure la época del pañal. La piel de los peques es muy tierna y delicada, y además muchos desarrollan dermatitis atópica, algo que no es grave y casi seguro se soluciona con el tiempo, pero que te va a requerir un esfuerzo extra en el cuidado de tu bebé. Por eso es muy importante que los materiales del pañal estén testados dermatológicamente, para evitar posibles irritaciones o alergias.

Barreras anti-fugas. En cuanto el niño se mueve o patalea es posible que el pipí se escape por las esquinas o pliegues del pañal, así que debería contar con algún tipo de barrera o refuerzo, sobre todo en la zona de las ingles.

Diseño anatómico. La mayoría de los pañales tienen forma de “reloj de arena” para adaptarse mejor al cuerpo del peque. Lo importante es que deje espacio entre las piernas sin apretar o constreñir, para que el bebé se sienta protegido pero tenga movilidad.