Tipos de leche de fórmula para bebés: guía para no perderse

El alimento de elección desde el nacimiento es la lactancia materna, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como exclusiva hasta los 6 meses y, junto con la alimentación complementaria, hasta los 2 años de edad. Cuando la materna no es posible, hay que recurrir a la lactancia artificial. Sucede lo mismo cuando la madre opta por la lactancia mixta, que combina ambos métodos. 

Por eso, el objetivo del desarrollo de fórmulas artificiales es reproducir tanto la composición como los efectos funcionales de la lactancia materna. 

La elección de la leche de fórmula por parte de los padres primerizos no es una tarea sencilla, debido a la gran cantidad de tipos y variedades de este producto alimenticio. Para no perderse y dar con la leche en polvo que mejor se adapte a las necesidades del recién nacido o bebé, conviene entender a qué momento y condición va destinada cada una de ellas. 

Tipos de fórmulas artificiales según la edad

Existen tres tipos de fórmulas artificiales: tipo 1 o de inicio, tipo 2 o de continuación y tipo 3 o de crecimiento. Cada uno de ellos va destinado a una franja de edad, como muestra la siguiente clasificación:

• Leches de inicio, tipo 1 o preparados para lactantes: se recomiendan hasta los 6 meses de edad. A partir de ese momento, pueden utilizarse junto con la alimentación complementaria hasta el año de vida. Están recomendados por la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN, en sus siglas inglesas) y regulados por la Unión Europea.
   
• Leches de continuación o tipo 2: son los preparados destinados a los bebés a partir del sexto mes, formando parte de una alimentación mixta en la que los nutrientes también son aportados por los alimentos que se van introduciendo en la dieta paulatinamente (la denominada alimentación complementaria). Este tipo de leches están recomendadas por la ESPGHAN y reguladas por la Unión Europea.
   
• Leches de crecimiento o tipo 3: como transición entre la leche fórmula adaptada y la leche entera de vaca. Desde los 12 meses de edad hasta los 3 años, las pueden tomar para mejorar el aporte de nutrientes aquellos niños en los que, por circunstancias particulares, pueda ser necesario. No existe regulación específica.

Leche de fórmula para necesidades especiales

Dentro de los tipos mencionados, hay leches especiales diseñadas para cubrir las necesidades nutritivas de los lactantes y niños con algún tipo de trastorno fisiológico o metabólico que puedan alterar la absorción, digestión o metabolismo de alguna sustancia. Es el caso de problemas digestivos como el estreñimiento, la regurgitación y los cólicos, que disminuyen el bienestar del lactante.

Según aclara la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), estas fórmulas especiales deben reservarse para su uso en menores que presentan una patología que impide la utilización de una fórmula convencional. Su indicación debe ser realizada siempre por un pediatra.

• Fórmulas anticólicos o AC: facilitan la digestión del lactante con tendencia a sufrir cólicos. Muchas de estas leches añaden probióticos o prebióticos.
   
• Fórmulas antirregurgitación o AR: incorporan dos tipos de espesantes, harina de algarrobo y almidones, que aumentan la viscosidad de la leche. Disminuyen las regurgitaciones y neutralizan la acidez gástrica. La ESPGHAN recomienda que el uso de este tipo de leches debe ser en niños con pérdidas de nutrientes asociados a las regurgitaciones, junto con un tratamiento médico y bajo supervisión.
   
• Fórmulas antiestreñimiento o AE: intentan asemejarse aún más a la leche materna. Estas leches aumentan la cantidad de lactosa, produciendo un efecto laxante en el bebé. Algunas de ellas añaden probióticos, que favorecen el tránsito digestivo, y prebióticos. Otro cambio que introducen es la mayor cantidad de magnesio con efecto laxante.
   
• Fórmulas sin lactosa: indicadas en lactantes con intolerancia transitoria o secundaria a la lactosa o en casos de intolerancia congénita a la misma. En este tipo de fórmulas, la lactosa se encuentra sustituida por otro hidrato de carbono, favoreciendo su digestibilidad y absorción.
   
• Fórmulas extensamente hidrolizadas: están indicadas en bebés y niños con alergia a las proteínas de la leche de vaca (APLV), en casos de malabsorción intestinal y en situaciones de afectación intestinal grave (síndrome de intestino corto, enteritis por radioterapia o quimioterapia, síndromes de malabsorción o diarrea grave del lactante). En estas leches persisten cantidades muy pequeñas de proteínas no hidrolizadas por completo y esto puede causar reacción si el lactante está muy sensibilizado.
   
• Fórmulas elementales: se utilizan en casos graves de alergia a las proteínas de la leche de vaca que no responden a las fórmulas extensamente hidrolizadas, frecuentemente en el contexto de múltiples alergias alimentarias, o en casos de daño intestinal grave.
   
• Fórmulas de soja: sustituyen las proteínas de la leche por proteína aislada de la harina de la soja. Están indicadas en intolerancia primaria o secundaria a la lactosa y galactosemia, familias vegetarianas y alergia a la proteína de la leche de vaca no mediada por inmunoglobulina E (IgE) y no sensibilizada a la proteína de soja. No se debe administrar en menores de 6 meses.
   
• Fórmulas de prematuros: están destinadas a prematuros o con bajo peso al nacer (menor de 2.500 gramos) en los que no es posible la lactancia materna. Por su inmadurez y menor reserva de nutrientes, estos bebés requieren un mayor aporte calórico para mantener un crecimiento adecuado y unas condiciones nutricionales concretas. Estas leches también permiten un mayor aporte de calcio y fósforo para facilitar la mineralización de los huesos.

Tanto en la farmacia como en la tienda Welnia dispones de leches de fórmula en caso de seguir una lactancia artificial o mixta. Y si necesitas orientación para encontrar el tipo de leche en polvo que mejor se adapte a tu hijo, consulta a tu farmacéutico.