Cómo cuidar la piel de un bebé recién nacido

Cómo cuidar la piel de un bebé recién nacido
Redacción Welnia
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Welnia

dic 31, 2021
La piel del recién nacido es un sistema de protección contra las pérdidas de agua corporal, las agresiones del exterior y los cambios de temperatura, ¿Cuáles son los consejos para cuidar la piel de un bebé recién nacido?

La llegada del bebé a casa implica la organización de nuevas rutinas familiares. Rutinas marcadas por el descanso, la higiene y la alimentación del recién nacido, pero también por el cuidado de su piel. La piel del recién nacido es un sistema de protección contra las pérdidas de agua corporal, las agresiones del exterior y los cambios de temperatura.​

Es muy diferente tanto a nivel anatómico como fisiológico de la piel del adulto, e incluso de la piel de niños más mayores y adolescentes: es más fina, tiene menos vello y su pH es de 6,5 (progresivamente se va acidificando al 5,5 habitual en adultos). También es más permeable debido a la ausencia de la capa córnea –la capa más externa de la piel que irá desarrollando con los meses–, por lo que se debe prestar especial atención a los productos que entran en contacto con su piel.​

Por ello es fundamental conocer cómo debe ser el cuidado de la piel del bebé –sobre todo desde el nacimiento y durante los primeros meses–, y qué tipo de productos es recomendable no utilizar para evitar problemas como la irritación, la sequedad o las erupciones en la piel. ​

Consejos para cuidar la piel de un bebé recién nacido

En el cuidado de la piel de un recién nacido es importante tener en cuenta algunos aspectos esenciales como son la observación del estado general de la piel, la higiene óptima de zonas delicadas como pueden ser el ombligo o la zona del pañal y el empleo adecuado de productos específicos para la piel.​

Cuándo y cuánto bañar al recién nacido, es una de las primeras preocupaciones de los padres primerizos con respecto al aseo del bebé. No hay un consenso acerca de la periodicidad exacta pero sí hay unas recomendaciones que la mayor parte de los expertos en puericultura comparten: esperar al menos unos días para el primer baño y después asear al bebé lo suficiente como para que se mantenga una buena higiene.​

Si bien antiguamente se lavaba a los bebés nada más nacer, lo cierto es que hoy se sabe que se debe esperar unos días para ofrecer ese primer baño. La razón se encuentra en no eliminar esa capa protectora natural –llamada vérnix caseosa– con la que nacen todos los bebés y que se desprenderá de forma natural y progresiva a lo largo de entre 5 y 10 días.​

Algunas recomendaciones para preparar el baño del bebé:​

  • Para los baños del bebé se recomienda no llenar demasiado la bañera, y hacerlo con agua que esté a una temperatura de alrededor de 36Cº.
  • Es importante utilizar la propia mano o una esponja suave para enjabonar al bebé pero siempre con una pequeña cantidad de jabón suave de pH neutro.
  • La duración del baño también es relevante: tan sólo unos minutos para que la piel no se reseque ni el cuerpo del bebé pierda temperatura.​

El empleo de productos naturales, sin perfumes, colorantes y conservantes, es fundamental en el cuidado de la piel del recién nacido. No es necesario esperar a que la piel del bebé este reseca. Para prevenir esa sequedad se pueden aplicar emolientes en pequeñas cantidades después del baño, mejorando así su apariencia.​

La ropa también es importante en el cuidado de la piel: mejor si se utilizan prendas de algodón que sean holgadas y si no se utiliza para su limpieza productos suavizantes.​

Mantener hidratada y limpia la zona del pañal

En cuanto al cambio de pañales es importante mantener una correcta higiene de la zona, que se encuentre básicamente limpia y seca para evitar en la medida de lo posible la aparición de irritación o de la llamada dermatitis del pañal.​

Para ello basta con cambiar los pañales con la suficiente frecuencia y la limpieza de la zona del pañal con un jabón suave, tras lo que es importante un secado adecuado. Se pueden emplear cremas específicas para la zona del pañal, obteniendo con ellas una barrera absorbente y astringente.​

Bastaría con aplicar una capa fina en la zona del pañal y retirar los restos de la aplicación en el siguiente cambio de pañal, tras lo que se aplicará una nueva capa. Fuera de casa, al no ser posible el uso de agua y jabón, se pueden emplear toallitas húmedas que hagan la función de limpieza sin dañar la piel del bebé.​

La gama Farline Bebé ofrece una buena relación calidad-precio

El cuidado adecuado de la piel del bebé requiere de cosméticos especialmente formulados para respetar sus particularidades. Un producto de calidad y adecuado debe estar compuesto en su mayoría por ingredientes de origen natural, que no aporten químicos o irritantes, testados bajo control pediátrico, y cuya eficacia esté probada clínicamente, siendo aptos incluso para pieles sensibles. Todo ello sin que suponga un desembolso desorbitado.​

¿Es posible encontrar todo en un mismo producto? La gama Farline Bebé cumple con todos estos requisitos: un producto que limpia, cuida e hidrata con una buena relación calidad-precio.

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