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El llanto es la primera forma que tienen los bebés de comunicarse. Así expresan sus emociones, sentimientos y necesidades. Durante los primeros tres meses de vida, los bebés lloran una media de dos horas diarias. Esto suele provocar en los padres incertidumbre y nerviosismo, por lo que lo más recomendable es mantener la calma para transmitirle al pequeño tranquilidad y seguridad.
¿Por qué lloran los bebés?
Hasta que se desarrolla el lenguaje, los niños utilizan el llanto como una forma de comunicarse con sus cuidadores; lo utilizan para atraer su atención y asegurarse su cuidado y supervivencia.
Las causas del llanto son variadas y, aunque en la mayoría de las ocasiones no hay ninguna enfermedad tras el llanto del niño, puede suponer una situación estresante y generar preocupación en las familias, especialmente cuando es inconsolable o excesivo.
¿Cuánto es lo normal que llore un niño?
El llanto forma parte del desarrollo normal de los niños. Durante los primeros 3 meses de vida, los bebés lloran una media de 2 horas al día, con un aumento del número y duración de los episodios de llanto hasta las 6-8 semanas de vida y que después va disminuyendo.
Identifica la causa del llanto
Cuando se trata de aprender a calmar el llanto de un bebé, la clave es saber qué es lo que produce que esté inquieto. Las razones pueden ser que:
Tiene hambre
Tiene gases
Necesita un cambio de pañal
Tiene sueño
Quiere que le cojan en brazos
Tiene reflujo ácido
Tiene calor o frío
Tiene un cólico
En cuanto a enfermedades, la mayoría suelen llevar otros síntomas asociados y son fácilmente diagnosticadas en la consulta del pediatra.
Técnicas para que el llanto cese
En cuanto a las técnicas para calmar a un bebé, son variadas. A continuación, desarrollamos algunas. Con paciencia y práctica descubrirás lo que funciona para tu bebé y lo que no.
Mecer al bebé: este movimiento es uno de los que más le relajan y le gustan. Es muy sencillo y natural, pero solo con hacerlo conseguirás que el pequeño se relaje y vaya reduciendo el llanto poco a poco. Se trata de una de las técnicas que mejor funcionan.
Sentir a mamá: el bebé sabe quien es su madre, porque ha estado 9 meses en su vientre. Para que deje de llorar y se calme, funciona muy bien acostarlo contra el pecho para que sienta los latidos. Acariciar suavemente su cabeza o darle palmaditas en su espalda o pecho y hablarle o cantarle.
Salir a dar un paseo: puede que el llanto sea por monotonía y lo que quiere es hacer algo diferente. Siempre sienta bien tomar un poco el aire y dar un paseo para que esté en movimiento y más entretenido.
Masajear: otro de los trucos es dar un masaje. A veces simplemente lloran para llamar la atención de la mamá.
Amamantarlo: aunque sepas que no es por hambre, a veces funciona darle la mama porque en ese momento verás cómo se relaja y se calma. Es una forma de potenciar la unión entre madre e hijo.
Ofrecer un chupete para succionar: la succión puede ayudar a los bebés a aliviar estrés sin llorar. Si está amamantando, los especialistas recomiendan esperar 3 o 4 semanas hasta que el amamantamiento esté yendo bien antes de ofrecer un chupete.
Cambiar de brazos: pasa al niño a los brazos de otra persona que esté más tranquila. A veces, funciona y se calma. No siempre se debe a que lo coja mejor o a la persona en sí, sino que al bebé le gusta ser el centro de atención y experimentar y vivir otras sensaciones. Es normal que quiera algún que otro cambio.
Poner un sonido tranquilizante. Los sonidos que le recuerdan al bebé cuando estaba dentro de la barriga pueden ser tranquilizantes, como un dispositivo de ruido blanco, el zumbido de un ventilador, una grabación de los latidos del corazón o música relajante.
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