Cómo prevenir las temidas bronquiolitis

La bronquiolitis es una infección respiratoria en la que se inflaman los bronquios y los bronquiolos, que son las vías aéreas o conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón. Está producida, en la mayor parte de los casos, por el virus sincitial respiratorio (VRS). Afecta a los niños y niñas menores de 2 años, sobre todo a los menores de 6 meses. Es la causa más frecuente de hospitalización en el niño menor de 1 año. En cuanto a otras cifras cabe destacar que el 90% de los niños menores de 2 años ya ha tenido una infección por VRS; de estos, el 20% desarrollará una bronquiolitis y el 10% necesitará hospitalización.

¿Cómo se contagia?

Se contagia principalmente:

• Tocando objetos contaminados con el virus (por ejemplo, juguetes, chupetes,... en los que suelen quedarse gotas de saliva o mucosidad con el virus) y luego tocándose los ojos, la nariz o la boca. 
• Inhalando partículas infectadas provenientes de alguna persona, es decir, respirando gotas de pequeño tamaño que genera la persona al toser o estornudar y que tiene el virus.

¿Cómo se puede prevenir?

• El lavado frecuente de manos con agua y jabón es un hábito que debe practicarse con mayor frecuencia si se está en contacto con bebés, así como cada vez que se estornuda, tose, etc. Es conveniente también lavarse las manos al llegar a casa, tras viajar en transporte público, etc.
• Si el bebé tiene hermanos, deberán lavarse las manos con agua y jabón nada más llegar del colegio o de la guardería. Hay que impedir que tosan a menos de un metro del pequeño, procurar que no lo besuqueen, especialmente si están resfriados.
• Extremar la limpieza de objetos con los que esté en contacto el bebé, así como de superficies que hayan podido estar en contacto con un enfermo.
• Mantener a los bebés alejados de personas que están resfriadas o tienen tos. Si no se puede impedir porque el que está acatarrado es la mamá o el papá, usar siempre mascarilla y procurar lavarse muy bien las manos antes de cogerlo.
• Ventilar diariamente el ambiente donde está el niño.
• Evitar acudir a sitios con aglomeraciones de gente: autobuses, centros comerciales, fiestas infantiles, etc.
• Evitar, si es posible, las salas de espera de los centros sanitarios.
• Mantener la lactancia materna.
• Limitar el número de visitas, especialmente en aquellos niños más pequeños y prematuros.
• No exponer a los niños al humo del tabaco.

Fases de la enfermedad

Tal y como se ha explicado anteriormente, es una enfermedad que se transmite por el contacto con las secreciones respiratorias de las personas infectadas o con superficies u objetos contaminados por las mismas. Transcurrido el periodo de incubación, 4-5 días, el niño comenzará con síntomas catarrales y a los 2-4 días entrará en la "fase de estado" de la enfermedad. En esta etapa, debido a la inflamación de los bronquiolos y a la excesiva producción de moco, el niño presentará un aumento de la tos, dificultad respiratoria (incremento de la frecuencia respiratoria y aparición de hundimiento costal), ruidos sibilantes y crepitantes, comerá peor y se encontrará irritable. La duración de esta fase es variable, aunque en la mayor parte de los casos es de unos seis días. A partir de este momento, comienza la recuperación y resolución de los síntomas.

Debes consultar al pediatra si…

• Tiene ruidos como “silbidos” en el pecho y respira más deprisa.
• Respira con dificultad: se marcan las costillas y mueve mucho el abdomen; o deja de respirar durante unos segundos.
• Presenta fatiga (o cansancio) que le dificulta tomar alimentos.
• Vomita todo lo que toma y rechaza tomar líquidos; apenas moja pañales.
• Está somnoliento y quejumbroso.
• Le notas más pálido, con labios y puntas de los dedos de color azulado.

¿Qué medidas puedo tomar desde casa?

1. Despejar las fosas nasales. Los bebés respiran predominantemente por la nariz, y si está obstruida por la mucosidad pueden tener dificultad para respirar. Por lo tanto, antes de comer y de dormir conviene despejarles las fosas nasales haciendo lavados nasales (poner suero fisiológico y aspirar la mucosidad).

2. Elevar un poco la cabecera de la cama/cuna también ayuda a respirar algo mejor.

3. Fraccionar las tomas. Los niños con bronquiolitis tienen poco apetito, se cansan durante las tomas con facilidad y pueden presentar vómitos y atragantamientos. 

4. Evitar cualquier exposición al humo del tabaco. No fumar en casa.

5. Tener en cuenta que los jarabes para la tos y los mucolíticos no son útiles y pueden ser perjudiciales.

Ante cualquier duda, ya sabes… acude a tu farmacia más cercana y consulta a tu farmacéutico.