¿Qué es el anisakis? El anisakis es un parásito que produce una enfermedad infecciosa denominada anisakiasis. Las larvas del anisakis se encuentran en el intestino y en algunos órganos de ciertos pescados, tanto de mar como los criados en piscifactorías alimentados con comida que puede contener anisakis.
Si se consume pescado infectado con anisakis puede aparecer inflamación digestiva, ya que las larvas de este parásito se quedan alojadas en la mucosa del estómago y en parte del intestino delgado.
El anisakis se encuentra principalmente en los siguientes pescados y mariscos crudos o marinados:
Que estos animales contengan anisakis no quiere decir que no se puedan tomar, sino que se deben comer hacer siguiendo algunas recomendaciones, como las que ofrece la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición:
La presencia de larvas de anisakis en el aparato digestivo puede provocar molestias importantes y los síntomas pueden aparecer a las 48 horas de haber consumido el pescado o marisco infectado.
La anisakiasis gástrica cursa con dolor abdominal intenso, situado sobre todo en la boca del estómago, náuseas y vómitos. Si se pasa al intestino delgado, además del dolor puede aparecer una obstrucción. Es importante destacar que estos síntomas también son frecuentes en otras patologías, como una apendicitis, con lo cual, en ocasiones la infección por anisakis es difícil de diagnosticar.
Cuando se adhieren a la mucosa del estómago, las larvas de anisakis secretan sustancias que pueden desencadenar alergias, causando síntomas como urticaria, angioedema y anafilaxia.
Cuando mueren las larvas y se eliminan desaparece la alergia, aunque si se vuelve a comer pescado con anisakis pueden reaparecer las reacciones alérgicas.
El anisakis se transmite cuando se come algún pescado o marisco que contiene sus larvas, que se alojan en el sistema digestivo, sobre todo en la mucosa del estómago o del íleon.
Los boquerones sin congelar en vinagre son los responsables de la mayor parte de las anisakiasis que se producen en España.
No obstante, como hemos comentado antes, los pescados blancos, como la merluza, el besugo, la bacaladilla o la pescadilla son también agentes transmisores del parásito. Estos pescados se consumen con mucha frecuencia, ya que son los que contienen menos mercurio.
No obstante, si se siguen las recomendaciones comentadas no tienen por qué surgir problemas.
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