Obesidad: la pandemia silenciosa del siglo XXI

Obesidad: la pandemia silenciosa del siglo XXI
Redacción Welnia
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Welnia

may 7, 2021
La obesidad es un importante problema de salud pública que puede conllevar graves consecuencias para la salud. La forma de luchar contra esta enfermedad es apelar a la responsabilidad individual de cada persona para llevar una vida lo más sana posible

Una mala alimentación y el sedentarismo son los principales causantes de la obesidad, que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa perjudicial para la salud.

Los datos al respecto que maneja la Organización Mundial de la Salud son muy significativos. Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. Los últimos estudios revelan que más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. Estas cifras incluyen a más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) y 41 millones de niños menores de cinco años.  

En España se estima que más de la mitad de la población adulta, un 53%, está por encima de su peso, un 36% de la población con sobrepeso y un 17% con obesidad. En el caso de los niños, un 12% padece sobrepeso y un 14% obesidad.

Tipo y grados de obesidad

El índice de masa corporal (IMC) es el indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros.

El peso se clasifica en grupos a partir del Índice de Masa Corporal. Cada grupo tiene un rango amplio de entre 10 a 15 kg según la altura de la persona, y que sirve para salvar las diferencias de constitución o complexión que puede existir entre las personas.

¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?

Un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como las siguientes:

- Las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), que fueron la principal causa de muertes en 2012.

- La diabetes.

- Los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante).

- Algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).

El riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del IMC.

La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Sin embargo, además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.

El plato ideal

Una dieta saludable, baja en grasas y azúcares, y la actividad física habitual son los dos grandes aliados para prevenir y combatir la obesidad. Sin embargo, a veces será necesario solicitar ayuda. La clave para controlar el peso está en conocer el plato ideal según defiende la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).

Ese plato ideal se compone de verduras, frutas, cereales y proteínas. Desde la SEEDO se recuerda que al menos 2 raciones al día de verduras y hortalizas ayudan a prevenir la obesidad; que se deben consumir al menos 3 piezas al día de fruta variadas y mejor frescas de temporada; que se debe beber preferentemente agua (entre 6-8 vasos al día); que un mayor consumo de cereales integrales se asocia a un mejor control del peso y que las proteínas deben proceder del pescado (mínimo cuatro veces por semana), de la carne (menos de 6 veces a la semana), de los huevos (de 4 a 6 a la semana), de las legumbres (de 2 a 3 veces por semana) y del queso (tomando raciones pequeñas o quesos frescos o desnatados).

Además, se recuerda que es importante controlar el tamaño de las raciones, limitar el consumo de alimentos muy energéticos, repartir la comida a lo largo del día, dedicar más tiempo a cuidar la alimentación de la familia, limitar la comida rápida, leer la etiqueta de los alimentos, comer despacio, en un lugar adecuado y siempre que se pueda en familia y cocinar de forma saludable.

En conclusión, la lucha contra la obesidad depende de uno mismo y pasa por:

- Cambiar los hábitos de forma progresiva

- Vigilar el peso

- Dormir las horas suficientes

- Controlar el estrés

- Mantenerse activo, caminando al menos 30 minutos diarios.

 

Con todo esto, no lo dudes y acude a tu farmacia si el peso es un problema para ti y quieres ayuda.

 

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