EL TRUCO
Para mayor facilidad, puedes pedir al carnicero que haga los cortes a la piel del jamón.
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 120 minutos
Información nutricional (valor energético): 390 kcal/ración
Número de comensales: 12 personas
Alérgenos: frutos de cáscara (piñones), sulfitos
Las festividades navideñas están a la vuelta de la esquina, y no hay nada como una mesa llena de deliciosos asados para crear momentos inolvidables. Si eres la anfitriona o anfitrión de este año, tenemos el secreto para deslumbrar a tus familiares e invitados: un suculento jamón glaseado a la naranja que les dejará boquiabiertos y anhelando cada bocado. ¿Preparado para convertirte en la estrella de la Navidad culinaria? ¡Sigue leyendo!
El proceso de glaseado en la cocina involucra cubrir los alimentos con una capa brillante, a menudo azucarada. Esta técnica no se limita a la repostería y no necesariamente hay que usar azúcar común para lograr el glaseado perfecto, sino que las frutas pueden someterse al mismo proceso, para poder aplicarlas también a verduras, carnes y pescados.
El azúcar presente en los alimentos se reduce durante la cocción, lo que resulta en un acabado brillante y apetitoso. Carne y pescado se suelen glasear antes de servirlos, ya sea con sus propios jugos de cocción reducidos o con una mezcla preparada especialmente, logrando un aspecto atractivo que impresionará a los comensales.
En esta ocasión, te presentamos un irresistible jamón de cerdo glaseado con naranja, que se cocina a fuego lento en el horno, convirtiéndolo en tu aliado en la cocina. Para tener el jamón braseado perfecto, que luego glasearás, la única tarea que debes cumplir es darle un giro ocasional para permitir que las especias con las que marinamos el jamón lo impregnen con su sabor y mantenga su jugosidad inigualable.
Para acompañar este plato es común utilizar ingredientes como las patatas, que suelen presentarse en forma de puré o, en esta ocasión, con arroz blanco. Sin embargo, le daremos un toque especial al arroz al añadirle pasas y piñones, elevando su sabor y convirtiéndolo en un acompañamiento festivo y sumamente apetitoso.
Una de las mayores ventajas de incorporar un jamón glaseado en tus reuniones familiares es la libertad que te otorga. No te verás atado a la cocina en el último minuto, permitiéndote disfrutar de la cena junto con tus invitados. Además, es una opción económica que rinde generosamente en la mesa. Su corte fino es la clave, ya que te permitirá servir a un numeroso grupo de comensales sin problemas.
Como si esto fuera poco, el jamón glaseado tiene un regalo adicional: las sobras. Las porciones adicionales te brindarán la oportunidad de crear otros platos igualmente deliciosos. Imagina sándwiches irresistibles, croquetas sabrosas o unos tacos para chuparse los dedos, entre muchas otras posibilidades culinarias que darán nueva vida a tus sobras. El jamón glaseado no solo satisface el presente, sino que sigue ofreciendo placer en futuras comidas.
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Para mayor facilidad, puedes pedir al carnicero que haga los cortes a la piel del jamón.
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