Tener un sueño reparador es imprescindible para que nuestro organismo se recupere del desgaste del día y se ponga a punto para el día siguiente. El insomnio, la falta de sueño o la mala calidad del sueño pueden tener consecuencias negativas para la salud, que a largo plazo se pueden traducir en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, obesidad o diabetes.
Conseguir un sueño en la cantidad y calidad adecuadas depende de muchos factores, y uno de ellos es la nutrición. Algunos alimentos te pueden ayudar a prevenir el insomnio y la falta de sueño, mientras que otros pueden hacer que tus noches sean largas y agotadoras. No te pierdas estas recomendaciones.
Los alimentos más recomendables antes de dormir son los que contienen triptófano, un aminoácido importante para la melatonina, que es la hormona encargada de regular el ciclo de sueño y vigilia.
Esta lista te puede ayudar a la hora de preparar las cenas:
Entre las sustancias que interfieren en la falta de sueño están los productos con azúcar refinado -los dulces, las galletas y los pasteles- y con harina refinada -el pan y la pasta-.
¿Por qué no son buenos para conciliar el sueño? Porque reducen los niveles de serotonina, una hormona que facilita el descanso. El consumo de carbohidratos simples puede provocar un rápido aumento del nivel de azúcar en la sangre y, según las últimas investigaciones de la Academia Americana de Medicina del Sueño, los picos y descensos de azúcar en la sangre podrían desencadenar el insomnio. De hecho, el consumo elevado de azúcar durante el día aumenta las probabilidades de despertares nocturnos. Según la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk, los alimentos ricos en grasas o en fibra se digieren con mayor lentitud, por lo que también producen un incremento de la glucemia más lento. Por ejemplo, un alimento muy rico en azúcares, como el helado, tiene un índice glucémico bajo, pues también contiene una gran cantidad de grasa. Sucede lo mismo con los alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales, que poseen un índice glucémico más bajo que los cereales refinados.
También es importante evitar las siguientes bebidas y alimentos antes de acostarse:
Ya lo dice el refranero español: “De grandes cenas están las sepulturas llenas”. Por eso, es bueno ser comedidos a la hora de cenar. Las recomendaciones establecen que la cena aporte aproximadamente de un 20 % a un 30 % de las calorías diarias. Además de la cantidad de alimentos que comamos durante la cena también hay que tener en cuenta su aporte nutricional. Es recomendable cenar pronto y permitir un periodo de digestión, 2 horas, antes de acostarse. Eso hará que sea más fácil tener un sueño reparador y podamos afrontar con energía el día siguiente.
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