EL TRUCO
Antes de cerrar el bote, meter un trozo de papel absorbente. Este papel absorberá la humedad y nuestras hojas estarán frescas más tiempo. Conservar la ensalada en refrigeración el máximo tiempo posible antes de su consumo.
Dificultad: fácil
Duración: 10 minutos
Valor energético: 238 kcal/ración
Cantidad: 2 personas
Alérgenos: lácteos y sésamo
Comer de manera saludable en los días laborables es una gran tarea pendiente en nuestra sociedad. Ir a restaurantes a diario no suele ser una buena opción ni para nuestra salud ni para nuestro bolsillo, por lo que cada vez más gente quiere llevarse la comida preparada de casa.
Lo más cómodo tanto para simplificar la elaboración, como por el transporte y por la facilidad a la hora de comer, son los platos únicos, y pocas cosas son mejores que una buena ensalada, con ingredientes variados que la hagan rica y nutricionalmente completa.
En cuanto al recipiente, una opción muy buena son los tarros de cristal por su durabilidad, porque no migran sustancias nocivas a nuestros alimentos (como sí hacen algunos plásticos) y porque son resistentes a microondas y lavavajillas. En cuanto al tamaño del bote, te recomendamos que sea de boca ancha y que tenga una medida de 500 ml.
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Aquí te enseñamos la fórmula magistral para montar ensaladas en tarros o en botes de cristal, manteniendo los ingredientes en su mejor estado, para que puedas hacer infinitas combinaciones y no te canses nunca.
Este método se basa en colocar los ingredientes en estratos según sus características, para lograr así la mejor conservación posible.
En la base del tarro, añadimos la salsa o aliño, pieza indispensable para que una ensalada esté sabrosa y jugosa: una vinagreta, una salsa de yogur, un pesto o un hummus son opciones perfectas que combinan con infinidad de ingredientes. Colocando la salsa o aliño en primer lugar impides que el resto de los ingredientes se humedezcan, evitando así que pierdan su textura ideal.
En el segundo nivel, colocamos todas las frutas y verduras excepto las de hoja, comenzando por las más absorbentes (pepino, pimiento, zanahoria, cebolla, apio, coliflor, brócoli o maíz) y añadiendo, a continuación, aquellas menos absorbentes (tomate, naranja, aguacate, setas, frambuesas o calabacín).
El tercer nivel está compuesto por cereales y legumbres (alubias, garbanzos, lentejas, arroz, quinoa o pasta), seguidas por un cuarto estrato integrado por las proteínas (pollo, tofu, gambas, seitán, huevos o queso).
Ahora sí, en el quinto nivel es donde encontramos el ingrediente imprescindible de la ensalada: las hojas, ya sean canónigos, lechuga, rúcula o espinacas. Y, por último, podemos añadir frutos secos y semillas (pipas de girasol o calabaza, sésamo, anacardos, cacahuetes o pistachos).
Con esta fórmula magistral ya puedes crear deliciosas y nutritivas ensaladas y que lleguen a la hora de comer en el trabajo en las mejores condiciones. Lo único que tienes que hacer cuando te dispongas a disfrutarlas es agitar bien el bote o mezclar los ingredientes con un cubierto.
Esta receta está propuesta para 2 raciones, por tanto, puedes prepararla para dos personas o para una persona dos días.
EL TRUCO
Antes de cerrar el bote, meter un trozo de papel absorbente. Este papel absorberá la humedad y nuestras hojas estarán frescas más tiempo. Conservar la ensalada en refrigeración el máximo tiempo posible antes de su consumo.
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