Cómo decir "basta" a las comidas copiosas

Las Navidades están aquí, su ambiente nos tiene ya inundados desde hace semanas. Navidad es familia, es reencuentro, es descanso, es frío… Sin embargo, para muchas personas, es el recordatorio de que pronto tendrán que lidiar con las temidas comidas copiosas. 

Cuando incorporamos el comer consciente en nuestras rutinas, esto no ocurre. Desde esta manera de comer y de vivir, la cena de Nochebuena es una cena más, donde pondremos todos nuestros sentidos y disfrutaremos de cada bocado. 

Muchas personas, en estas fechas, dejarán a un lado las prohibiciones (esas que nunca debieron poner) y “maltratarán” su cuerpo con exceso de alimentos. Esto no es la solución.

¿Qué es comer consciente?

Si comer consciente nos va a librar del malestar de la sobrealimentación a la que nos sometemos en fechas señaladas, ya te estarás preguntando cuál será esa manera de comer.

En nuestro afán por introducir expresiones de lengua inglesa para aspectos que nuestra propia lengua define con gran claridad, contamos con la expresión mindful eating. 

Mindful eating o alimentación consciente es llevar la atención plena a la experiencia de comer. Se refiere a un estado de la mente humana que nos viene dado de forma innata. Es un estado de atención dirigida al momento presente, con aceptación y sin juzgar la experiencia. Es decir, con una actitud de apertura y curiosidad hacia lo que se está experimentando.

Podemos comer varias veces al día, pero cada una de esas experiencias presentan matices distintos. Esos matices son los que marcan el momento. Sin embargo, para ser conscientes, tenemos que depositar nuestra atención en ellos y, de esta forma, detectar esas diferencias y vivir ese momento como si fuera la primera vez que lo hacemos.

¿Cómo puedo alimentarme conscientemente esta Navidad?

Las comidas copiosas son una realidad en estas fechas y van a estar ahí. Lo importante no es tanto la cantidad de los suculentos platos navideños (que muchas veces, está fuera de mi control), sino la actitud con la que yo me enfrento a estos (algo que es de mi pleno dominio). 

Desde la filosofía del mindful eating te propongo algunos tips que pueden ayudarte:

1. Desconecta el piloto automático. Comer atento es todo lo contrario. Es ser totalmente conscientes del proceso de alimentarnos. Si te sientas a comer,  ¡atento a comer!
    
2. Descarta el ingerir alimentos para suprimir las emociones. Se tiende a comer para evitar y aliviar energías intensas como la ansiedad y la tristeza. Haz una lista de estrategias saludables para poder mitigar esas emociones.
    
3. Atiende las señales de saciedad y deja de comer hasta terminar los alimentos que tienes delante. La inatención, no permite detectar las sensaciones de hambre y saciedad, que son los indicadores para iniciar y terminar un proceso de ingesta de alimentos. Por tanto, presta atención a las sensaciones de tu estómago.
    
4. Abandona el ser capaz de realizar otras actividades mientras comes. Ya sabemos que somos expertos en comer y realizar otras actividades. Rétate: ¿estoy preparado para comer y no ver la tele, comer y no consultar mi móvil?
    
5. No te engañes pensando que es un tipo de dieta. Comer consciente no es algo que te llevará de forma directa a perder peso. Sí te facilitará tener mejores hábitos. Repítete: “Si practico alimentación consciente, mejoraré mis hábitos de vida y mi salud se verá favorecida”.
    
6. Descarta el obtener resultados rápidos. Los patrones de conducta alimentaria cuesta modificarlos por lo rutinarios y automáticos que son en nuestro día a día. Sé realista, hace falta tiempo, paciencia y voluntad.

Un reto para estas Navidades

Mi propuesta para este año es que aproveches estas fechas para poner el foco en otras cosas que no sean la comida exclusivamente. Pon más luz en las relaciones, en el deporte, en el descanso, en el autocuidado y, así, llegarás a la mesa con todos tus sentidos para nutrirte de los sabores de la Navidad y no para sobrealimentarte. 

El comer consciente es un buen compañero de viaje para afrontar las comidas copiosas.

Desde la oficina de farmacia

En este punto, es imposible no mencionar, unos aliados perfectos para cuando el comer consciente no ha sido nuestro compañero de mesa. Son los antiácidos.

• Podemos tenerlos como un básico de nuestro botiquín.
   
• Procuraremos no tomarlos antes de las comidas porque esto puede predisponernos, precisamente, a comer sin freno.
   
• Sin embargo, si notamos molestias después de comer, los antiácidos nos ayudarán a enfrentar esa digestión dificultosa. 

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