Por qué el calor reduce el apetito

Bajo los rayos del sol y el calor veraniegos se traza un complejo entramado nutricional y psicológico, que puede conducir a la pérdida de apetito.

¿Es cierto que el calor nos quita el hambre?

Efectivamente, no es ningún mito que el calor nos produce una falta de apetito en verano.

Las altas temperaturas afectan fisiológicamente a nuestro cuerpo. El calor puede aumentar la sudoración, lo que conduce a la pérdida de líquidos y electrolitos. Esto puede alterar el equilibrio hídrico del cuerpo y, finalmente, afectar el apetito.

La pérdida de líquidos debido al calor, puede llevar a la deshidratación, lo cual puede disminuir el apetito, ya que el cuerpo tiende a suprimir las señales de hambre cuando está deshidratado, reemplazándolas por las señales de sed. Por otro lado, la deshidratación también puede afectar negativamente el funcionamiento del sistema digestivo, lo que podría reducir el deseo de comer.

¿Nos afecta el calor también de forma psicológica produciendo cambios en el apetito?

El calor afecta nuestro estado de ánimo y bienestar general. A veces lo mejora y otras veces lo empeora, en función de su intensidad y de los gustos personales.

Sin embargo, el calor excesivo puede generar sensaciones de malestar, irritabilidad y fatiga. Estas emociones incómodas pueden disminuir el apetito y hacer que nos sintamos menos inclinados a comer.

Las causas de la pérdida de apetito en verano son un fenómeno multifactorial producido por la interacción entre la regulación del calor corporal, la modificación de los hábitos alimentarios y los cambios en el estado de ánimo.

Estrategias para mantener un apetito saludable en verano

• Beber suficiente agua y mantenerse hidratado.
   
• Aumentar el consumo de alimentos frescos y ligeros, como frutas, verduras y ensaladas, que son ricos en agua y en nutrientes.
   
• Evitar, en la medida de lo posible, comidas pesadas y grasas, ya que pueden ser más difíciles de digerir en situaciones calurosas.

Ensaladas de verano: 5 opciones para combatir el calor

Las ensaladas de verano son nuestro gran aliado para enfrentar el calor y contrarrestar el efecto psicológico del mismo. Te propongo algunas, a continuación, refrescantes y nutritivas:

1. Ensalada de sandía y queso feta: combina cubos de sandía con trozos de queso feta, hojas de menta fresca y una vinagreta de limón. La sandía es una excelente fuente de hidratación debido a su alto contenido en agua. Además, es rica en vitamina C y licopeno, que actúan como antioxidantes. El queso feta proporciona proteínas y calcio. Psicológicamente, el sabor refrescante y dulce de la sandía puede ayudar a combatir la sensación de calor y aportar satisfacción. La combinación de sabores salados y dulces puede ser agradable y estimulante para el estado de ánimo.
    
2. Ensalada de pepino y yogur: corta rodajas de pepino crudo (también puedes hacerlas a la plancha) y mézclalas con yogur griego, ajo picado, eneldo fresco y una pizca de sal. El pepino es conocido por su alto contenido en agua y su bajo aporte calórico. Es una fuente de vitamina K y vitamina C. El yogur griego utilizado en la ensalada es rico en probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Desde el plano psicológico, el pepino tiene propiedades refrescantes y su textura crujiente puede proporcionar una sensación agradable al masticar. Los probióticos presentes en el yogur pueden tener un impacto positivo en la salud mental y emocional.
    
3. Ensalada de aguacate y mango: combina trozos de aguacate maduro y mango con hojas de rúcula, cilantro picado y una vinagreta de lima. El aguacate es una fuente de grasas saludables, fibra y vitamina E. El mango es rico en vitamina C, vitamina A y fibra. Ambos ingredientes contienen antioxidantes que pueden ayudar a proteger las células del estrés oxidativo. Psicológicamente, el sabor cremoso del aguacate y la dulzura tropical del mango pueden brindar una sensación de placer y satisfacción. Además, los antioxidantes presentes en estos ingredientes pueden tener efectos positivos en la salud cerebral y el estado de ánimo.
    
4. Ensalada de tomate y albahaca: mezcla tomates Cherry en mitades o en rodajas con hojas de albahaca fresca, mozzarella en bolitas, aceite de oliva y un toque de vinagre balsámico. Los tomates son una excelente fuente de licopeno, vitamina C y potasio. La albahaca fresca aporta sabor y compuestos vegetales beneficiosos. El aceite de oliva proporciona grasas saludables. Desde un punto de vista psicológico, el sabor jugoso y ácido de los tomates combinado con el aroma fresco y herbáceo de la albahaca puede estimular los sentidos y mejorar el estado de ánimo. Además, los antioxidantes presentes en los tomates pueden tener efectos protectores en el cerebro.
    
5. Ensalada griega en bote. Esta receta creada para Welnia por Santiago Rodrigo Carmena, chef y experto en Nutrición y Dietética, lleva garbanzos, pepino, pimiento rojo, hojas de espinacas y queso feta, además de una salsa tsatsiki preparada con yogur natural, menta, pepino y ajo. Al meterla en un bote o tarro de cristal es perfecta para llevar al trabajo o a un picnic. En este artículo puedes ver cómo preparar paso a paso una ensalada griega.

Estas ensaladas de verano no solo son deliciosas, sino que también ofrecen una variedad de nutrientes que pueden beneficiar tanto al cuerpo como a la mente.

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