Protección solar en la nieve: consejos para esquiar sin huella

La protección solar debería considerarse un elemento más de la equipación de los deportes de invierno, como el esquí o el snowboard. Y es que las condiciones climatológicas a las que nos vemos expuestos durante la práctica deportiva pueden poner a prueba la salud de nuestra piel. 

En el exterior, el frío, las ventiscas y los rayos solares, cuyos efectos se intensifican por el reflejo de la nieve, pueden dañar la piel y causar quemaduras; mientras que los bruscos cambios de temperatura al pasar a interiores, donde las calefacciones suelen estar a pleno rendimiento, pueden hacer que la piel sufra sequedad, irritación y tirantez.

La protección solar es clave frente al frío, la nieve y las ventiscas, y debemos prestar especial atención a las zonas más expuestas, como el rostro (incluidos los labios), el cuello y las manos. Para ello, es recomendable hidratarlas con frecuencia y aplicar protección solar con un factor 50+ resistente al sudor y adecuado para los deportes de nieve y de montaña. Conviene saber que el sudor reduce la actividad protectora de los solares en caso de que no sean resistentes a este.

Cómo reducir el riesgo de lesiones en el esquí

En cuanto a la musculatura, también puede sufrir las consecuencias del esquí, un deporte muy demandante y que, al ser estacional, se practica con menos frecuencia que otros. Una buena condición física reduce el riesgo de lesiones y, por ello, se recomienda hacer una preparación física previa que fortalezca los músculos, principalmente cuádriceps, y prevenga posibles lesiones. 

Además, es fundamental calentar todos los días antes de iniciar el descenso de las pistas, utilizar siempre el casco y asegurarse de que el equipo está en buenas condiciones para evitar rozaduras y lesiones. También hay que mantener un nivel adecuado de hidratación durante toda la práctica deportiva y respetar las normas de seguridad en las pistas. 

Tras la jornada de esquí, es interesante contar con un recuperador muscular que nos ayude a sobrellevar el esfuerzo físico.

La protección solar en la nieve debe aplicarse varias veces al día, principalmente en las zonas más expuestas, como el rostro, los labios, el cuello y las manos.

Recuperador muscular y productos de protección solar en el esquí

A continuación, te recomendamos algunos productos que te pueden ayudar a disfrutar de la nieve y el esquí sin que dejen huella en tu piel y tu musculatura.

• Stick solar zonas sensibles SPF 50+ de Farline. Este protector solar facial en stick está indicado para aplicar en las zonas sensibles o especialmente expuestas. Cuenta con un factor de protección 50+ y ofrece una protección solar muy alta frente a la radiación ultravioleta A y B. El stick viene con un cordón para colgar y, gracias a su reducido tamaño y a su aplicación cómoda y rápida, es perfecto para llevar encima y proteger el rostro en la nieve, especialmente el contorno de ojos y los labios. Su acabado es invisible sobre la piel, resistente al agua y está testado dermatológicamente.


• Protector labial SPF 15 de Farline. Este protector labial en stick, sin color y con un agradable aroma a vainilla, se funde en los labios con un efecto de segunda piel, aportando brillo. Y, lo que es más importante, gracias a su factor de protección solar, protege de las radiaciones solares y de los agentes externos, a la vez que hidrata y suaviza los labios. Por su tamaño, es ideal para llevar en el bolsillo y poder aplicarlo frecuentemente, manteniendo así los labios protegidos mientras disfrutas de la montaña.


• Gel-crema facial toque seco SPF 50+ de Farline. Con protección frente a la radiación ultravioleta A y B, este protector solar facial evitará no solo las quemaduras causadas por el sol, sino también el riesgo de aparición de manchas y otros daños solares a largo plazo. Gracias a sus micropartículas absorbentes de sílice y a su textura ultraligera, ofrece un acabado sedoso y mate, sin brillos. Está indicado para todo tipo de pieles, especialmente para las pieles mixtas. 

• Crema de manos reparadora de Farline. Cuando las manos están expuestas al frío e inclemencias externas, sufren y se resecan. Esta crema concentrada protege y repara las asperezas de las manos secas y muy secas, incluso agrietadas. Contiene aceite de argán y vitamina E, que restauran en profundidad la piel de las manos proporcionando un alivio inmediato.


• Vaselina Anti-rozaduras de Farline Activity. Además de hidratar la piel, evita la aparición de rozaduras durante la práctica del esquí, ya que previene la formación de ampollas y heridas por fricción o roce. Contiene aceite de almendras, vitaminas (B3, B5 y E) y aceites esenciales de lavanda, pino y romero. 


• Fisioactiv Cannabidiol de Farline Activity. Para recuperar la musculatura al final de la jornada de esquí, nada mejor que realizar un masaje con esta crema con efecto calor, con cannabidiol (CBD), aceite de cáñamo, árnica e hipérico, y extracto de vainilla y mentol, que proporciona confort y bienestar.