Incontinencia urinaria: consejos útiles para su control y qué es

La incontinencia urinaria es algo más que una pérdida involuntaria de orina. Es un trastorno que afecta tanto a hombres como a mujeres, que aumenta con la edad y que tiene un gran impacto en la calidad de vida. Según el Observatorio Nacional de la Incontinencia, tres de cada cuatro personas con incontinencia urinaria son mujeres, y su prevalencia aumenta con la edad. 

¿Qué es la incontinencia urinaria?

Se define como una queja o molestia derivada de cualquier escape involuntario de orina. La incontinencia urinaria afecta a la vida diaria de la persona que la padece, ya que altera su actividad laboral y personal. La necesidad de ir al baño con urgencia o las inesperadas pérdidas de orina tienen un efecto negativo sobre la salud, no solo desde el punto de vista físico sino también psicológico. En muchas ocasiones, las personas con incontinencia urinaria se aíslan, lo que facilita la aparición de depresión. 

Tipos de incontinencia urinaria 

Hay varios tipos de incontinencia urinaria, pero los más frecuentes son estos tres: 

• Incontinencia de esfuerzo. La orina se escapa al hacer un esfuerzo, como estornudar, reír o toser. Ese tipo de incontinencia urinaria es el más común entre las mujeres.
   
• Incontinencia de urgencia. Se produce cuando se tienen muchas ganas de ir al baño y antes de llegar a este se escapa la orina. La frecuencia es similar tanto en hombres como en mujeres, sobre todo en mayores. 
   
• Incontinencia mixta. Es la incontinencia urinaria que se produce al hacer un esfuerzo y cuando no se llega a tiempo al baño. 

Además de estos tipos de incontinencia urinaria, hay otros dos: por rebosamiento y funcional. En el primer caso no se suele percibir que se escapan gotas de orina y suele ser secundaria a una retención de orina o causada por una lesión neurológica. La retención funcional se asocia con enfermedades neurológicas, como Alzheimer, Parkinson, depresión…, en las cuales el sistema urinario funciona sin problemas pero no se controla la micción.

Casos de incontinencia urinaria en España

Conocer el número real de casos de personas que tienen incontinencia urinaria en España es complicado, ya que muchos afectados no consultan por vergüenza. 

En líneas generales, se estima que en España la prevalencia de la incontinencia urinaria se sitúa en un 24 % de mujeres y 7 % de hombres, porcentajes que van aumentando con la edad hasta alcanzar el 50 y el 29 %, respectivamente. 

Factores de riesgo de incontinencia en la mujer y en el hombre

Los factores de riesgo que favorecen la aparición de incontinencia urinaria en la mujer son:

• Haber tenido uno o varios embarazos.
• Los partos vaginales. 
• La menopausia.
• Tener sobrepeso u obesidad. 

Todos estos factores modifican la anatomía del suelo pélvico, favoreciendo la aparición de incontinencia urinaria en la mujer.

Por su parte, los factores de riesgo de incontinencia en el varón son: 

• Problemas de próstata, tales como una extracción, una hiperplasia benigna, cáncer…
• Edad avanzada. 
• Infecciones. 
• Trastornos neurológicos. 
• Deterioro funcional. 

La incontinencia de orina afecta tanto a mujeres como a hombres, y es más frecuente según avanza la edad.

Consejos para prevenir y controlar la incontinencia urinaria

El 14 de marzo se celebra el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria. El objetivo de esta jornada es concienciar a la población sobre este trastorno, cómo prevenirlo y manejarlo. 

Es importante reconocer que las pérdidas de orina no siempre se pueden prevenir. Estos consejos te ayudarán a manejar un poco mejor la situación:

• Mantén un peso adecuado. 
• Realiza ejercicios para fortalecer el suelo pélvico. 
• No tomes alimentos que puedan irritar la vejiga, como los alimentos picantes, el alcohol, la cafeína…
• Evita el tabaco. 

Tratamiento de la incontinencia urinaria

El tratamiento de la incontinencia urinaria se asienta en tres pilares: 

• Rehabilitación del suelo pélvico. Los ejercicios de Kegel están recomendados para fortalecer los músculos que rodean la uretra. Es importante que se lleven a cabo dirigidos por un profesional para adaptarlos a las capacidades de cada persona.
• Fármacos. Los que están disponibles no suelen prescribirse por los escasos beneficios que ofrecen y los efectos adversos que presentan. 
• Cirugía. Existen distintas opciones quirúrgicas. En los casos más graves, hay que implantar un esfínter artificial. Cuando existe un prolapso de los órganos pélvicos, el abordaje debe ser multidisciplinar. 

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