Cómo cuidar y proteger las cicatrices del sol y del calor

Las cicatrices son el resultado del proceso natural de reparación de la piel. Ya sean causadas por un traumatismo o una cirugía, es muy importante cuidar las cicatrices de manera adecuada para reducir su apariencia. Dichos cuidados deben extremarse en los meses de verano, ya que el sol puede alterar la cicatriz y hacer que se vuelva más visible.

La cicatrización es un proceso complejo que consta de tres fases: 

• Inflamatoria.
• Proliferativa.
• Remodelación. 

En ocasiones este proceso se ve afectado por factores que alteran alguna de estas fases, dando lugar a cicatrices patológicas, que son aquellas con un tamaño anormal debido a una acumulación excesiva de colágeno. 

Entre las cicatrices patológicas se encuentran las hipertróficas, que son más grandes y gruesas pero no rebasan los límites de la cicatriz original, y las queloides, también gruesas y grandes, que sí rebasan los límites de la cicatriz original. 

Las cicatrices hipertróficas y queloides pueden aparecer en cualquier persona, aunque son más frecuentes entre quienes tienen la piel oscura, y se originan en situaciones muy diversas, como por ejemplo tras cirugías, quemaduras, laceraciones, vacunaciones, infecciones, piercings, tatuajes o procesos de acné. 

Este tipo de cicatrices son poco estéticas y, dependiendo de su localización, pueden afectar a la autoestima y la calidad de vida de la persona. 

El verano, un reto para la protección de cicatrices

El verano puede suponer un reto en el cuidado de las cicatrices debido a varios factores. Exponer las cicatrices al sol puede contribuir a la formación de cicatrices más gruesas y de mayor tamaño, así como a la ralentización del proceso de reparación de la piel. Asimismo, puede hacer que la cicatriz se hiperpigmente, haciéndose mucho más visible. 

Además, el calor y la humedad propios del verano pueden causar una mayor sudoración y dificultar la cicatrización, y las actividades al aire libre y los deportes de verano pueden aumentar el riesgo de lesiones o traumatismos en las áreas cicatrizadas. 

Por lo tanto, es fundamental tomar precauciones adicionales para cuidar las cicatrices en esta época del año.

Se debe evitar exponer la cicatriz al sol durante los 18 meses siguientes a la cirugía o el traumatismo que la haya causado.

Consejos para mejorar la cicatrización y proteger las cicatrices

Aunque no se conocen con certeza todos los factores que intervienen en la formación de cicatrices hipertróficas y queloides, hay muchas cosas que puedes hacer para favorecer cuidar las cicatrices y mejorar su apariencia:

• Mantén la cicatriz limpia y asegúrate de hacer las curas en el caso de que sean necesarias.
   
• No apliques en la cicatriz ningún producto que no haya sido previamente prescrito o recomendado por un profesional sanitario. 
   
• Evita exponer la cicatriz al sol durante al menos 18 meses después de la cirugía o del traumatismo que la haya causado. Para eso, utiliza elementos físicos que protejan del sol, como ropa o sombreros. Pasados los 18 meses, si decides exponer la zona al sol, utiliza siempre protección solar, aplicándola generosamente 1 hora antes de salir a la calle y volviendo a aplicar con frecuencia.
   
• No fumes, puesto que el tabaco ralentiza el proceso de cicatrización. De hecho, las personas que fuman no cicatrizan tan bien como aquellas que no son fumadoras. Esto se debe a que el tabaco afecta al sistema inmunitario y reduce la capacidad del organismo de aportar los nutrientes necesarios para la cicatrización tras una cirugía, haciendo que sea más lenta y deficiente.
   
• Para prevenir la formación de cicatrices hipertróficas y queloides, puedes utilizar parches autoadhesivos específicamente diseñados para este fin y que, además de proteger frente a los rayos solares, mejoran el proceso de cicatrización. 
   
• Masajea la cicatriz durante 1 o 2 minutos varias veces al día para evitar que se vuelva dura. 
   
• Antes de hacer ejercicio físico, consulta con tu médico cuándo puedes empezar y cuál es el tipo de actividad más adecuado para no interferir en el proceso de curación de la piel. 

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