El calor y la humedad son el caldo de cultivo ideal para la proliferación de los hongos en los pies, que pueden convertirse en un desagradable e inesperado souvenir veraniego. Para evitarlo, es fundamental mantener un buencuidado de los pies en esta época del año.
Entre los factores que favorecen los hongos en los pies están las altas temperaturas, la sudoración y caminar descalzo por zonas húmedas en las que suele haber agua estancada, como los vestuarios, baños y duchas públicas, y las piscinas, donde es habitual que las personas circulen descalzas.
Entre las infecciones por hongos en los pies más frecuentes están la tiña del pie o dermatomicosis, y la tiña ungueal u onicomicosis.
La tiña del pie o pie de atleta , denominada así porque es frecuente entre atletas y deportistas, está causada por hongos dermatofitos, aunque también por otras familias distintas de hongos. Las especies infectantes más frecuentes son el Trichophyton rubrum, Trichophyton mentagrophytes variedad interdigitale, Microsporum canis, Microsporum gypseum y Epidermophyton floccosum.
Estos hongos de los pies suelen localizarse entre los dedos, el talón, la planta de los pies, las uñas y, con menor frecuencia, en el dorso de los pies.
El pie de atleta es altamente contagioso y fácil de adquirir, sobre todo en los suelos de las piscinas, duchas, playas o al compartir toallas mojadas. Asimismo, es frecuente en las personas cuyos pies sudan mucho en el calzado cerrado.
Los síntomas del pie de atleta incluyen:
Además de caminar descalzo por zonas húmedas compartidas, como piscinas o gimnasios, otros factores que favorecen este tipo de hongos en los pies son el calzado cerrado, que aumenta la sudoración e impide que el pie respire; el uso de calzado no transpirable para el deporte, especialmente en verano; estar mucho tiempo con los pies húmedos, y tener heridas en los pies y las uñas.
El tratamiento del pie de atleta se basa en el uso de antimicóticos tópicos, bien en pomada, aerosol, polvo o loción, y también orales, siempre bajo valoración y prescripción médica.
Para más información sobre los distintos tipos de pie de atleta y cómo prevenirlo, no te pierdas el artículo ¿Qué debes saber sobre el 'pie de atleta'? .
La onicomicosis o tiña ungueal afecta a entre el 2,6 % y 2,8 % de la población y es más frecuente que se desarrolle en las uñas de los pies que de las manos. Al igual que el pie de atleta, está causada principalmente por hongos dermatofitos que producen el deterioro de la uña y trastornos en su crecimiento.
Los síntomas de onicomicosis más frecuentes son los siguientes:
El tratamiento de la onicomicosis consiste en el uso de antimicóticos de uso tópico que se aplican directamente en la zona afectada en forma de crema, gel, loción o soluciones, o que se pueden administrar por vía oral en casos concretos. También se pueden utilizar corticosteroides para aliviar la inflamación y el picor.
Asimismo, para prevenir la onicomicosis es muy importante un buen cuidado de las uñas. Para ello, no te pierdas las recomendaciones del artículo ¿Sabes cómo mantener las uñas fuertes y sanas? .
A estas dos infecciones micóticas podemos sumar otra infección frecuente que afecta a los pies, que es la producida por el virus del papiloma humano, cuyos focos de contagio también se encuentran en los suelos de baños, duchas y piscinas.
El papiloma o verruga plantar se caracteriza por la aparición de una protuberancia gruesa y áspera en la planta del pie, de color grisáceo o marrón, que produce molestias al andar.
Entre las alternativas de tratamiento del papiloma o verruga plantar se encuentran la quemadura química con distintos ácidos, como el salicílico; la quemadura térmica mediante el uso de láser; el uso de otras sustancias químicas más agresivas, como la la cantaridina o bleomicina, y la cirugía para retirar el papiloma cuando los demás tratamientos no funcionan.
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