Un paso más en tu higiene bucodental: incorpora el irrigador bucal

¿Te has preguntado alguna vez para qué sirve el irrigador bucal o si tú lo necesitas? La respuesta es que se trata de un instrumento más de higiene, es decir, un paso más en tu higiene bucodental que te ayudará a preservar la salud bucal.

La irrigación es una técnica de agua a presión que consigue eliminar todos los restos de comida. Es el complemento perfecto para la limpieza interdental, pues elimina fácilmente la placa de las zonas donde el cepillo no puede llegar.

El irrigador bucal ha de incorporarse como un paso más en la limpieza bucal diaria. Recuerda que en el artículo “Cuida tu higiene bucodental, paso a paso” se detallaban los cuatro pasos indispensables para una correcta higiene. Es importante que tengas en cuenta que la irrigación no sustituye el cepillado sino que se trata de una técnica complementaria que ayuda a limpiar los lugares de difícil acceso de la cavidad bucal y que aporta una una mayor sensación de limpieza y frescor en la boca.   

Fácil de usar, el irrigador proporciona mayor sensación de limpieza en el día a día. Gracias a la irrigación se limpian las zonas más profundas donde el cepillo no llega. Este producto neutraliza el problema del mal aliento ya que la boca estará más fresca durante más tiempo. Además, con un irrigador se eliminan más bacterias.

Por otro lado, utilizar irrigador es una manera eficaz de limpiar los aparatos de ortodoncia, las coronas, puentes o implantes. Ni que decir tiene que si la higiene bucodental es muy importante en condiciones normales, esta debe extremarse en estos casos. Usando un irrigador aseguramos ese plus de limpieza por lo que es altamente recomendable.

Aquellas personas que presentan alguna afección periodontal también se beneficiarán del uso de un irrigador dental ya que el agua a presión ejerce un ligero masaje en las encías, mejorando su estado de salud. Por último, si el problema es la hipersensibilidad, el agua a presión podría sustituir el paso del hilo dental.

Como siempre, te recordamos la importancia de mantener las visitas periódicas a tu odontólogo y consultarle todas las dudas que te surjan.

¿Cómo utilizar el irrigador?

• Realiza el cepillado dental en primer lugar. Recuerda que debes  cepillarte los dientes durante al menos 2 minutos.

• Elimina los restos de comida y bacterias de los espacios interdentales y bajo la línea de las encías con el hilo dental. También puedes recurrir a los cepillos interproximales, si fuera necesario.

• Ajusta debidamente la presión del agua del irrigador. Esto es muy importante para evitar dañar el esmalte de tus dientes. El chorro de agua a presión lo debes de pasar por todas las piezas dentales, incluyendo la línea de las encías. Hazlo con la boca cerrada para evitar salpicaduras.

• Finaliza tu higiene bucal con un colutorio refrescante.

El irrigador dental es el complemento perfecto para mejorar la salud e higiene bucal.

Si estás interesado/a, echa un vistazo al irrigador bucal de Farline, disponible en tu farmacia más cercana, y que incluye 7 boquillas: 3 estándar, 1 lingual, 1 placa, 1 especial ortodental, 1 periodontal.