Si el maquillaje suele formar parte de la rutina de belleza de una mujer, desmaquillarse no siempre es un hábito diario. Cuando volvemos a casa cansadas de todo el día, tratamos de deshacernos del maquillaje rápidamente e incluso en ocasiones ni lo hacemos. Nos limitamos a lavar nuestra cara bajo la ducha pensando que eso es suficiente.
La limpieza facial es importante para descansar con el cutis limpio y permitir que nuestra piel se pueda regenerar. De hecho, basta con unos rastros de productos cosméticos para impedir que la piel respire. En consecuencia, las células muertas no son eliminadas correctamente y bloquean las nuevas. Si dejamos de lado estos cuidados básicos -o los realizamos de forma errónea-, la piel acaba por resentirse y pierde luminosidad y juventud.
Por otro lado, irte a dormir con restos de maquillaje, pintalabios o incluso rimmel, además de taponar los poros de la piel y acelerar el envejecimiento cutáneo, puede perjudicar la salud visual provocando molestias, irritación ocular e incluso alguna infección de mayor gravedad.
En este sentido, algunas de las infecciones más comunes provocadas por no retirar el maquillaje antes de ir a la cama, son los orzuelos y la conjuntivitis.
• Selecciona el desmaquillador adecuado para tu tipo de piel
• Mójate la cara
• Empieza por desmaquillar ojos y labios
En la retirada del maquillaje, primero queremos hacer hincapié en la importancia de dos zonas: los ojos y los labios. Es muy importante desmaquillar los ojos y retirar la máscara de pestañas para que el ojo no sufra irritaciones y sequedad. Por otro lado, en cuanto a los labios, hay que evitar que se resequen y agrieten por culpa de los restos del pintalabios.
Para desmaquillar los ojos debemos utilizar un producto adecuado para esa zona. La piel de los ojos es más fina y frágil y no sirven otro tipo de productos que pueden ser más agresivos para la zona. No es recomendable desmaquillarse con agua y jabón, ya que resecará en exceso la piel. Escoge siempre un producto hipoalergénico para evitar molestias en tus ojos.
• Desmaquilla el resto del rostro
• Tonifica la piel
Una vez que hayas limpiado tu rostro, tonifica la piel de la cara y el cuello con un tónico adecuado a las características de tu piel. Hazlo con un disco de algodón mediante ligeros toques. Ahora tienes la piel perfectamente desmaquillada y limpia. Puedes pasar al último paso.
• Nutre e hidrata
Como último paso y para finalizar tu ritual de belleza, aplica una crema de noche, antimanchas o con ácido hialurónico dependiendo de tus necesidades.
Existe una amplia gama de productos (líquidos, oleosos, soluciones micelares, leches, cremas, tónicos…) tanto en tu farmacia como en la tienda Welnia que se ajustan a las necesidades particulares de cada persona.
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