La salud bucodental te preocupa y te ocupa. Sabes que mantener una correcta higiene es muy importante para disfrutar de una buena y larga salud bucal, pero a veces, eres consciente de que la descuidas. Por tanto, consideramos fundamental recordarte por qué es conveniente realizar una limpieza bucodental a fondo y ser constante. La respuesta es muy sencilla: prevención. Las bacterias son las principales causantes de muchos problemas bucodentales y, mediante una buena higiene, prevenimos la aparición de caries, sarro y placa bacteriana, así como diferentes trastornos. Razones más que suficientes para seguir un protocolo de higiene bucodental y no saltarte ningún paso.
Cepíllate dientes y encías todos los días después de cada comida. Dedícale el tiempo necesario, no menos de 2 minutos. Realiza movimientos desde dentro hacia fuera para facilitar la eliminación de restos de alimentos.
Escoge el cepillo de dientes adecuado. La elección dependerá de tus necesidades. Puedes consultar a tu farmacéutico de confianza o a tu dentista para acertar con tu elección. Los cepillos se desgastan con cada uso y es recomendable sustituirlo de manera regular cada 3 meses. Un cepillo medio o suave es ideal para eliminar la placa y los restos alimenticios de los dientes. Los cepillos de cabeza pequeña también son recomendables puesto que llegan mejor a todas las zonas de la boca, aún a los dientes posteriores de difícil acceso. Un cepillo dental eléctrico es una buena alternativa, ya que hace un mejor trabajo de limpieza de los dientes, especialmente en aquellas personas que tienen dificultades para cepillarse o destreza manual limitada.
En la actualidad, puedes elegir entre una gran variedad de pastas dentales diseñadas para prevenir trastornos, tales como la formación de sarro y caries, proteger la sensibilidad de los dientes o ayudar a conseguir unos dientes más blancos.
Para una correcta higiene bucal es muy conveniente incluir la limpieza interdental. Y es que, aunque el cepillado es la parte más importante de la higiene bucal, solo llega al 60% de la superficie del diente. Para llegar al 40% restante y cuidar de tus encías, es imprescindible eliminar las bacterias de la zona con otras soluciones. Nos referimos a los cepillos interproximales y al hilo dental. Así, el hilo es perfecto para las personas que tienen poco espacio entre los dientes. Por otra parte, los cepillos interdentales son ideales para aquellos que les resulta difícil emplear el hilo dental o tiene espacios de diferentes tamaños. Son fáciles de usar, los tienes en diferentes tamaños y sus filamentos de caucho ayudan a eliminar restos de comida y placa suavemente.
Finaliza tu rutina con el uso de enjuagues bucales. Para llegar al 100% de la boca, dedícale los últimos 30 segundos de tu rutina al enjuague de la boca. De esta manera, con este producto de higiene bucal se consigue prolongar la protección de dientes y encías, a la vez que se refuerza el esmalte. Los tienes con efecto anticaries, blanqueador o los que minimizan la sensibilidad. A la vez, ofrecen una agradable sensación de frescura.
Por último, para mantener una buena salud bucal acude al dentista al menos una vez al año. Si mantienes una correcta higiene bucal diaria y acudes al dentista con regularidad o al primer síntoma de que algo no va bien, evitarás problemas y lucirás una boca y una sonrisa envidiables.
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