Conoce el colágeno, más allá de las articulaciones

¿Qué es el colágeno?

El colágeno es una proteína que representa más del 25 por ciento del total de las proteínas que forman parte de nuestro organismo, lo que la convierte en la proteína más importante. Su importancia radica en que genera fibras muy resistentes y flexibles, las llamadas fibras colágenas.

Con el paso de los años, el organismo disminuye la producción de colágeno provocando flacidez en la piel, arrugas, dolor articular, etc. Pero no solo es cuestión de tiempo, sino que algunos hábitos poco saludables también pueden afectar a la producción de colágeno, como fumar, exponerse al sol en exceso, alimentarse mal o padecer determinadas enfermedades.

Tipos de colágeno

Existen varios tipos según los órganos donde se hallan.

Colágeno Tipo 1: Más del 90% del colágeno en el cuerpo humano es de tipo 1.

El colágeno se asocia formando fibras, que se agrupan y forman cadenas cuya principal función es dotar al organismo de flexibilidad y resistencia. Está presente en los tejidos que requieren soportar fuerzas mecánicas, como la piel, el tendón y el hueso.

Colágeno Tipo 2: Se localiza en los cartílagos. Sus dimensiones y forma alargada son similares a las del colágeno de Tipo 1. Es importante también para la piel. Las propiedades lubricantes del cartílago se deben a las fibras de colágeno Tipo 2 y al ácido hialurónico que forman un soporte al cual se fijan los proteoglicanos. 

Colágeno Tipo 3: Es propio de los músculos, de las venas, también en la piel y en varias glándulas del cuerpo humano. Su principal función es la sujeción de los órganos del cuerpo.

Signos que indican la disminución de colágeno

Los signos que indican que la concentración de esta proteína en el organismo está disminuida suelen observarse con más frecuencia a partir de los 50 años. Y son:

•       Disminución de la espesura de las hebras del cabello.

•       Aumento de la flacidez y pérdida de la elasticidad de la piel.

•       Surgimiento de arrugas y de líneas de expresión.

•       Aparición de estrías.

•       Piel fina y deshidratada.

•       Disminución de la densidad de los huesos como en los casos de osteopenia y osteoporosis.

•       Debilidad de las articulaciones y de los ligamentos.

Ante la presencia de signos que indiquen poca concentración de colágeno en el cuerpo, es importante consultar a un profesional sanitario para que realice una evaluación completa y pueda indicar el uso de complementos, en caso de que sea necesario.

Alimentos ricos en colágeno

Seguir una dieta equilibrada es la mejor estrategia para poder disfrutar de las propiedades saludables del colágeno natural en alimentos, por lo que se recomienda el consumo de carnes rojas y blancas, pescado azul, huevos y frutas, además de gelatina. De igual forma, es importante que los alimentos ricos en colágeno sean consumidos junto con alimentos ricos en vitamina C, como naranja, kiwi, piña o papaya, ya que esta vitamina ayuda a aumentar la absorción de colágeno en el organismo.

Complementos de colágeno

Como opción para obtener un aporte extra de colágeno se puede recurrir a los complementos de colágeno, disponibles en farmacias. Para elegir el más adecuado, el farmacéutico es uno de los expertos que conoce de primera mano la formulación de estos productos. Puede valorar tu estado y tus hábitos para encontrar la fórmula más cómoda y eficaz para ti. Además, te informará adecuadamente de cuándo y cómo tomarlo y de los efectos secundarios o contraindicaciones que pudiera tener su consumo.

Estos complementos se pueden encontrar en forma de cápsulas o en polvo, teniendo este último que ser diluido en agua, jugos o tés.

Y recuerda que los complementos alimenticios no son sustitutos de una dieta equilibrada: come de forma saludable y realiza ejercicio físico regularmente