Con la subida de temperaturas, las piernas, el escote, los brazos, la espalda y el abdomen vuelven a ver la luz sin ropa de por medio. Para adquirir color en la piel sin exponerse al sol nacieron los autobronceadores.
Si eres de los que probaron este cosmético hace años y te quedaste con la sensación de que dejaba tu piel de color naranja y con un fuerte olor, merece la pena que le des una segunda oportunidad. Los autobronceadores, explica la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), han logrado mejorar su composición para obtener un tono más luminoso y natural, facilitar una aplicación más fácil y uniforme y conseguir una absorción más rápida.
¿Cómo se broncea la piel sin sol? Ese tono bronceado se consigue mediante la dihidroxiacetona (DHA), una molécula que al entrar en contacto con la epidermis produce una reacción química de oxidación, tiñéndose las células muertas de la capa más externa de la piel.
Con solo un 2% de DHA en la fórmula del producto, se consigue bronceado sin sol, pero la mayoría de los autobronceadores incluyen entre un 3% y un 6% de esta molécula. Como el color puede ir desde el anaranjado hasta el marrón tostado, conviene probar el autobronceador en alguna zona de la piel poco visible antes de aplicarlo en todo el cuerpo.
El éxito en el resultado de un autobronceador depende en gran medida de cómo se aplique. Sigue los pasos básicos que propone la Academia Americana de Dermatología (AAD, en sus siglas inglesas) para obtener una cobertura uniforme y resultados más duraderos:
Por si existen dudas, el autobronceador no protege frente al sol. La Academia Española de Dermatología señala el motivo: este tipo de producto no estimula la melanina, es decir, no genera color de forma natural, que es lo que protege. Así que, si vas a exponerte a los rayos ultravioletas, recuerda utilizar un fotoprotector adecuado a tu piel.
La Academia Americana de Dermatología concreta, incluso, las características que debe tener el fotoprotector: con un factor de protección solar o SPF 30 o mayor, que ofrezca protección de alto espectro -frente a los rayos ultravioleta tipo A (UVA) y tipo B (UVB)- y que sea resistente al agua.
Además de con los autobronceadores, potenciar el bronceado es posible mediante la nutricosmética. En el mercado, existen suplementos que ayudan a protegerse de los efectos nocivos del sol desde el interior, gracias a su contenido en antioxidantes que protegen la piel del daño oxidativo que provoca el sol.
Lo que hay que tener claro es que estos productos, al igual que los autobronceadores, no suponen un factor de protección de la piel, por lo que no sustituyen a la crema solar.
En tu farmacia y en la tienda Welnia tienes una amplia selección de autobronceadores, exfoliantes, cremas solares y nutricosmética. Recuerda, ante cualquier duda, consulta a tu farmacéutico.
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