Con la llegada del buen tiempo llega también la preocupación por conseguir ese toquecito de color que tanto nos favorece. La forma más rápida, segura y eficaz para obtener el tono deseado es utilizar un autobronceador. En este artículo te explicamos qué son, cómo actúan y te damos algunos consejos para que su aplicación sea efectiva y natural.
Los autobronceadores son cosméticos encargados de colorear la parte externa de la piel. Están elaborados, casi en la mayoría de los casos, con un principio activo denominado dihidroxiacetona (DHA), que se obtiene a partir de plantas como la remolacha o caña de azúcar.
Según su contenido en DHA, se dan dos tipos de autobronceadores:
Autobronceadores para bronceado progresivo: tienen un bajo contenido de DHA, inferior al 2.5%, por lo que son adecuados para un uso cotidiano como crema hidratante que broncea y para quienes deseen un bronceado progresivo que le permita mantener un tono dorado durante varios meses.
Autobronceadores para bronceado inmediato: tienen una alta concentración de DHA, superior al 4%, por lo que consiguen un bronceado más rápido y están concebidos para un uso ocasional y para quienes pretenden obtener un bronceado rápido e intenso.
En cuanto a las ventajas de los autobronceadores cabe destacar que estos cosméticos permiten lucir una piel morena en cualquier momento del año, sin necesidad de exponerse al sol. Sin embargo, es fundamental una aplicación correcta para conseguir un tono natural y favorecedor. También es importante identificar tu tono correcto de piel para elegir el producto adecuado. En este sentido, si tienes la piel clara, lo mejor será optar por uno que pueda brindar un tono no muy alejado del tuyo.
Los autobronceadores se presentan en diferentes formatos. Todos ellos actúan de un modo muy similar y queda a tu elección escoger el que te resulte más cómodo.
Para que el autobronceador quede bien, es necesario seguir las recomendaciones del fabricante. Aunque cada producto tiene sus métodos de aplicación particulares, la mayoría comparte una rutina común.
Para obtener una coloración más uniforme, antes de aplicar el autobronceador conviene realizar una exfoliación de la piel e insistir, sobre todo, en las zonas más rugosas.
Es importante que la piel esté hidratada adecuadamente antes de aplicarlo, ya que si no es así, las zonas más secas absorberán más producto, quedando un resultado irregular. Otra opción es echar menos producto en esas zonas (rodillas, codos y tobillos) para evitar un oscurecimiento excesivo.
Al aplicarlo:
• Extender el autobronceador correctamente por toda la zona. Si no llegas bien a alguna parte, pide ayuda.
• Las palmas, uñas y dedos de las manos se colorean muy fácilmente, por ello es importante lavarse rápidamente y bien las manos después de la aplicación del autobronceador para eliminar cualquier resto del producto.
• Además, si se quiere conseguir un bronceado más realista, habrá que aplicarse algo de producto en el dorso de la mano, para que el moreno no empiece a partir de la muñeca.
• Los autobronceadores, dependiendo de su textura, tardan más o menos en absorberse. Esto es importante a la hora de vestirse para que no te manches la ropa.
Para conseguir el tono deseado y si además quieres seguir cuidando tu piel, en la farmacia encontrarás el autobronceador adecuado, además del consejo pertinente por parte del profesional farmacéutico.
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